Felipe VI no quiere saber nada a pesar de haber sido informado de que sufre una enfermedad sin cura
Si Juan Carlos I no retira sus demandas, Felipe VI no dará ni una orden a su favor.
A pesar de que hace años que no habla directamente con su padre, a Felipe VI no se le escapa ni un solo detalle sobre la vida de Juan Carlos I. El emérito sabe que no puede dar ni un solo paso sin que su hijo sepa perfectamente qué ha hecho o qué ha dejado de hacer. En este sentido, no tardó en enterarse de las demandas que el emérito interpuso contra Corinna Larsen y Miguel Ángel Revilla, una decisión que llevó a un gran enfado al Rey de España, que no entiende cómo su padre pudo haber cometido una irresponsabilidad de este calibre.
Ante esta situación, la posición respecto del regreso de Juan Carlos I se ha endurecido todavía más. Y es que, si antes se podía intuir una mínima posibilidad de que Felipe VI se mostrara algo más flexible con respecto a su padre, ahora el regreso a España es toda una quimera para el emérito, que ni alegando sus graves problemas de salud, como lo es la artrosis degenerativa que le fue diagnosticada, va a tener las puertas de su país abiertas.

Felipe VI ya ha puesto condición al perdón a Juan Carlos I
La realidad es que Felipe VI ni se plantea que su padre esté en España mientras sus denuncias a Corinna y a Revilla sigan vigentes. No quiere ni imaginarse el lío que se podría llegar a generar si se hace pública la llegada del emérito al país. Lo más probable es que Revilla vuelva a pisar los platós de televisión para despotricar de la Casa Real y que Corinna diera algún que otro titular incendiario.
De este modo, la única condición para que Felipe VI se plantee la posibilidad de facilitar el regreso de su padre es que se retiren las demandas contra Revilla y Corinna, algo a lo que no está dispuesto un Juan Carlos I, que cree que debe luchar por su honor, por su dignidad y por su verdad.
Así pues, ni la enfermedad crónica ni el envejecimiento de Don Juan Carlos impedirán que Felipe VI esté más que preparado para ser tan duro como haga falta con su padre, al que no le va a poner fácil su regreso a España.