Felipe VI sufre un trastorno que deriva en problemas de higiene
Letizia siente asco por la costumbre de su marido
Si hay algo que siempre ha caracterizado a Felipe VI es su carácter cercano y natural, alejado de los formalismos que tanto incomodan a muchos miembros de la realeza. Sin embargo, esta naturalidad tiene también su parte menos estética, pues el Rey de España arrastra desde hace años un trastorno que le provoca problemas de higiene personal difíciles de ocultar. Se trata de la onicofagia, un hábito compulsivo de morderse las uñas que no solo le deja las manos con un aspecto descuidado, sino que también le genera pequeñas heridas y tiritas visibles en actos públicos.
Lejos de ser un simple tic, este problema refleja un nivel de ansiedad que Felipe VI arrastra desde hace tiempo, sobre todo tras asumir el cargo y la presión que conlleva representar a la Casa Real en un momento de desgaste y tensiones internas. El Rey ha intentado en varias ocasiones dejar este hábito, pero sus compromisos y el estrés de su agenda le hacen recaer constantemente, algo que no pasa desapercibido para quienes le rodean en Zarzuela.

La higiene de Felipe VI molesta a Letizia
Otro de los problemas que arrastra Felipe VI es su higiene dental, un asunto que genera incomodidad en su entorno más cercano. Aunque nunca se ha mostrado como una persona sucia, el monarca presenta un apiñamiento visible en sus dientes delanteros, algo que ha llevado a Letizia a pedirle que no sonría de forma amplia en actos públicos. No se trata solo de una cuestión estética, sino también de un problema de halitosis que ha generado malestar entre sus interlocutores en recepciones y eventos oficiales.
De hecho, Jaime Peñafiel reveló que incluso Leonor habría heredado de su padre esta tendencia a la halitosis, algo que preocupa a Letizia, siempre obsesionada con la imagen de su familia. A pesar de los intentos de la Reina por imponer normas de higiene estrictas en casa, Felipe mantiene esta lucha constante con su problema de ansiedad, que se refleja en pequeños detalles que, para muchos, pueden parecer insignificantes, pero que en la Casa Real se han convertido en un tema de conversación constante.
Así pues, mientras Letizia cuida cada detalle, Felipe VI sigue luchando contra un trastorno que le ha dejado cicatrices visibles y que refleja las presiones que arrastra como Rey de España.