Felipe VI sufre un trastorno que está siendo tratado por el equipo médico de Zarzuela

Un gesto recurrente del Rey en público despierta inquietud sobre su estado de salud

Felipe VI sufre un trastorno que está siendo tratado por el equipo médico de Zarzuela

El rey Felipe VI siempre ha sido muy cuidadoso con su imagen pública. Pero últimamente, hay algo que no puede esconder: sus manos. Quienes lo observan con atención han notado que suele encoger los dedos o esconder las manos. La razón es clara y preocupante: sus dedos muestran heridas y signos de un trastorno que sufre desde hace años.

Se trata de onicofagia, un hábito compulsivo que lo lleva a morderse las uñas y la piel alrededor. No es solo una manía nerviosa. Fuentes cercanas aseguran que Felipe ha atravesado momentos difíciles, con crisis que requieren apoyo médico y psicológico. En sus últimas apariciones, ha sido común verlo con tiritas en los dedos, intentando disimular las heridas que este trastorno le deja.

Este problema afecta a muchas personas, especialmente en situaciones de estrés. Para Felipe VI, la presión constante, los desafíos familiares y políticos parecen alimentar esta compulsión. A veces, en público, trata de ocultar sus manos cruzándolas o sujetándose la muñeca, intentando que nadie note el desgaste físico y emocional que lleva consigo.

Felipe VI

Tratamiento y la importancia de la salud mental en la Corona

En el Palacio de la Zarzuela están al tanto de la situación y han puesto en marcha un plan para ayudar al Rey. El tratamiento incluye terapia cognitivo-conductual, técnicas para manejar la ansiedad y el estrés, y métodos prácticos como esmaltes con sabor amargo para evitar morderse. También se recomienda mantener las manos ocupadas con ejercicios o pelotas antiestrés.

Este trastorno, aunque puede parecer menor, tiene riesgos serios para la salud. No solo afecta la piel y las uñas, sino que también puede llevar a infecciones y problemas dentales. Por eso, el seguimiento médico y psicológico es fundamental. Además, expertos no descartan que la onicofagia sea parte de un problema más profundo, como un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Esto abriría un debate importante sobre cómo la Casa Real maneja la salud emocional de sus miembros.

Felipe VI ha mostrado siempre un gran compromiso con su papel, pero esta situación nos recuerda que detrás del protocolo y la imagen perfecta hay una persona con sus propias batallas. En tiempos donde se pide mayor transparencia, la lucha del Rey pone sobre la mesa un tema crucial: la salud mental debe ser una prioridad, también dentro de la monarquía.