Felipe VI vio llorar a su hija y tomó la decisión de mandarla fuera

La infanta Sofía dejará España para iniciar una etapa académica internacional tras un momento decisivo vivido junto a su padre

Felipe VI vio llorar a su hija y tomó la decisión de mandarla fuera

La infanta Sofía siempre ha sido discreta, reservada. Con una personalidad muy diferente a la de su hermana mayor, Leonor. Y, según cuentan diversas fuentes, hubo un momento clave que cambió todo: el día que Felipe VI la vio llorar. No fue un simple llanto. Era la frustración de sentir que su vida, sus estudios y su intimidad estaban demasiado expuestos.

Ese instante hizo que el rey entendiera que su hija necesitaba algo distinto. Un respiro. Un espacio propio lejos del foco mediático que en España siempre la acompaña. Tras muchas conversaciones en familia, surgió una opción que lo cambiaría todo: un programa universitario internacional de alto nivel que la llevaría a vivir en Lisboa, París y Berlín.

Sofía, que ya había mostrado interés por la política y la diplomacia, no dudó. Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales eran el camino perfecto para ella. Su timidez y su deseo de independencia encajaban con la idea de estudiar fuera. Allí, además, podría perfeccionar varios idiomas y, sobre todo, vivir con más privacidad.

Infanta Sofía

Una ruptura con la tradición

La decisión sorprendió en Zarzuela. Rompía con la senda habitual marcada para los miembros de la Familia Real, especialmente la formación militar que su padre considera esencial. Felipe VI, formado en las Fuerzas Armadas, siempre ha defendido que esa etapa fortalece el carácter y el sentido de servicio. Sin embargo, esta vez primó la voluntad de su hija.

No fue una confrontación abierta, pero sí un cambio de rumbo generacional. Sofía quiere construir su propio camino, centrado en el conocimiento, la diplomacia y la diversidad cultural. Y aunque no tiene responsabilidades institucionales inmediatas, su condición de segunda en la línea de sucesión hace que cada paso sea observado con lupa.

Durante semanas, también se barajaron universidades españolas. La Autónoma de Madrid era una candidata fuerte. Incluso se pensaron carreras como Derecho o Economía. Pero ninguna opción en España ofrecía el mismo grado de privacidad ni la experiencia internacional que ella buscaba.

Para los reyes, esta elección es más que un simple plan académico. Es un gesto hacia una monarquía más moderna y adaptada a los retos actuales. Un modelo que fomenta el pensamiento crítico y el compromiso con Europa.

Pronto llegará la confirmación oficial. Pero lo que está claro es que, cuando Felipe VI tomó la decisión de “mandar fuera” a Sofía, no lo hizo por distancia, sino por amor. Porque a veces, dejar volar a un hijo es la mejor forma de protegerlo.