Felipe VI vuelve a dejarla fuera después de cumbres en Zarzuela
Tensión en Zarzuela tras las últimas decisiones sobre el papel de algunos miembros de la familia real
La infanta Cristina no volverá a tener protagonismo. Ni ahora ni nunca. Así lo han decidido en Zarzuela, tras varias reuniones internas llenas de tensión. Sofía presionó para que su hija recuperara visibilidad en actos oficiales, pero Felipe VI no lo permitió. El rey dudó, sí, pero finalmente se impuso el criterio más pragmático: proteger la imagen de la institución.
Cristina arrastra una historia complicada. Aunque fue absuelta, estuvo sentada en el banquillo. Su exmarido, Iñaki Urdangarin, cumplió condena por corrupción. Su figura sigue siendo incómoda. Aunque en el último año hubo una cierta aproximación familiar, con actos públicos compartidos entre hermanos, eso no ha cambiado la postura oficial: no hay lugar para ella en la agenda de la Casa Real.
Ni siquiera en su cumpleaños, celebrado discretamente el pasado fin de semana, hubo gestos desde la Zarzuela. Un contraste claro con el de su hermana Elena, que sigue apareciendo en actos institucionales y tiene cierta utilidad pública.

La Corona se reordena sin Cristina
El futuro de la monarquía ya se empieza a perfilar. Leonor y Sofía, bien formadas y alejadas de escándalos, son la gran apuesta de los Reyes. Aún es pronto para darles más protagonismo, pero el plan está claro: cuando la reina Sofía no pueda seguir, ellas ocuparán el lugar.
Hasta entonces, será la reina emérita quien, junto a Letizia y Elena, cubra las apariciones públicas. Felipe VI está al frente de todo. Asume la mayoría de los actos y mantiene el control total de la institución. Letizia, con perfil más bajo tras la polémica con Jaime del Burgo, ha aceptado un rol más discreto como consorte.
Sofía insiste en mostrar unidad familiar. Pero Felipe no quiere riesgos. Le ha recordado a su madre que Cristina ya fue apartada. Perdió su título de Duquesa de Palma y quedó fuera de la estructura oficial. No puede volver como si nada hubiera pasado.
En definitiva, la infanta Cristina sigue siendo un símbolo del pasado que la Casa Real quiere dejar atrás. Aunque haya reuniones familiares y sonrisas en público, dentro de Zarzuela las decisiones están más que tomadas. Y no hay vuelta atrás.