Felipe VI y Letizia, peor que mal en Zarzuela, el matrimonio hace aguas

Solo el interés mantiene vivio el matrimonio

Felipe VI y Letizia, peor que mal en Zarzuela, el matrimonio hace aguas

El matrimonio de Felipe VI y Letizia está más deteriorado que nunca. Tras un verano marcado por la distancia, los reyes no han compartido vacaciones ni momentos en común. La realidad es que llevan meses sin coincidir más allá de las obligaciones oficiales, y cuando lo hacen, todo parece una fría representación. Según cuenta la periodista Pilar Eyre, lo suyo ya no puede llamarse matrimonio. Son un “equipo de trabajo” que conserva la fachada por puro interés, pero en privado la relación está completamente rota. No se soportan, no se buscan y ni siquiera intentan disimularlo en su día a día en Zarzuela. La convivencia se ha convertido en una rutina insoportable que ambos tratan de evitar siempre que pueden.

De este modo, el verano ha servido para evidenciar lo que ya se venía comentando: Felipe VI y Letizia hacen vidas completamente separadas. Ella se ha refugiado en su círculo más íntimo, mientras que el rey ha preferido mantenerse al margen, alejado de su esposa. La distancia ha sido absoluta, y el deterioro del vínculo, imposible de ocultar.

Reyes

Un matrimonio sin amor ni cariño

La realidad es que todo lo que rodea a la pareja está podrido y roto. Ni la complicidad, ni el afecto, ni la ilusión que alguna vez mostraron existe hoy. Lo único que queda es la conveniencia: mantener la corona, sostener el relato de estabilidad institucional y proteger la imagen de sus hijas. Pero el matrimonio como tal, hace tiempo que dejó de existir. 

Y es que no se trata solo de discusiones o de desgaste. Lo que hay entre ellos es un muro de indiferencia. Las miradas esquivas, el silencio compartido y la incomodidad son gestos que no logran esconder, aunque se intente vender lo contrario en cada aparición pública. Los que les rodean saben que ya no hay marcha atrás: el vínculo está roto de forma irreversible.

Así pues, lo que ocurre dentro de Zarzuela es un secreto a voces: Felipe VI y Letizia ya no comparten nada más que un mismo destino público. Un matrimonio vacío, condenado a seguir unido por la obligación, pero separado en todo lo demás.