Fuentes de Casa Real filtran que la relación entre Letizia y la infanta Sofía es tóxica
La decisión académica de la hija menor de los reyes aviva rumores de distanciamiento y choques personales en Zarzuela
En Zarzuela, no todo es armonía. Según fuentes cercanas a la Casa Real, la relación entre la reina Letizia y la infanta Sofía atraviesa un momento complicado. Se habla de roces, distancias y de una convivencia marcada por desacuerdos sobre el futuro de la hija menor de los reyes. Sofía, recién cumplidos los 18, ha tomado una decisión que rompe moldes: estudiar Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en un programa universitario que la llevará por Lisboa, París y Berlín. Un itinerario exigente, con enfoque internacional y una clara vocación diplomática.
En privado, Letizia habría mostrado su preocupación por lo que considera un “distanciamiento innecesario” de su hija. No solo por la lejanía geográfica, sino por la ausencia de un vínculo cotidiano que teme se debilite. Las fuentes consultadas aseguran que Sofía, más reservada y tímida que su hermana Leonor, busca precisamente esa distancia para ganar privacidad. A esto se suma otro punto de fricción: la negativa de Sofía a recibir formación militar, algo que Letizia apoya en silencio, pero que incomoda al rey Felipe VI. Para él, esa preparación es parte de la tradición y compromiso institucional de la familia.

Un camino propio
La infanta ha dejado claro que quiere diseñar su propio futuro. Sus padres la han aconsejado, pero la última palabra ha sido suya. Prefiere el extranjero, donde siente que podrá desarrollarse sin la presión constante de la prensa española. El programa que ha elegido le permitirá aprender varios idiomas y vivir en tres capitales clave de Europa. Una oportunidad única para ampliar horizontes, crear contactos y forjar una visión global. Pero también una señal evidente de que Sofía no quiere seguir al pie de la letra el guion real.
Letizia, según las mismas fuentes, vive este momento con sentimientos encontrados. Por un lado, se enorgullece de la determinación de su hija. Por otro, teme que esta independencia se convierta en un muro emocional difícil de derribar. En el entorno real, algunos ven esta decisión como un soplo de aire fresco para la monarquía. Otros, como un riesgo que podría agrandar las grietas internas. Lo cierto es que Sofía ha dado un paso que marcará su vida adulta. Un paso que, según quienes conocen el día a día de Palacio, también ha evidenciado la relación compleja que mantiene con su madre. Por ahora, la Casa Real guarda silencio.