Guardiamarinas de Elcano cuentan a sus familias que Leonor no ha hecho nada

Guardiamarinas comparten impresiones sobre la actitud de Leonor durante la travesía

Guardiamarinas de Elcano cuentan a sus familias que Leonor no ha hecho nada

La figura de la princesa Leonor había generado grandes expectativas en su etapa como guardiamarina a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano. Sin embargo, según cuentan varios compañeros a sus familias, la realidad dista mucho del relato oficial. Algunos aseguran, sin rodeos, que “no ha hecho nada”.

Las conversaciones privadas entre guardiamarinas, lejos de los focos, revelan cierto malestar. Comentan que la heredera solo se esfuerza cuando hay cámaras o visitas institucionales. “Cuando hay un reportaje para la Casa Real, entonces sí, parece que le pone ganas”, afirma uno de los cadetes. Pero en el día a día, aseguran que su implicación es mínima.

Estos testimonios no provienen de rumores al azar, sino de cartas y llamadas a familiares, en las que varios alumnos comparten con sinceridad su decepción. Algunos sienten que hay un trato diferenciado. Otros simplemente ven falta de interés por parte de Leonor. “No destaca ni por compañerismo ni por esfuerzo físico”, comentan.

Leonor

Las amonestaciones que no salen en las fotos

En un entorno tan exigente como la formación militar, la actitud cuenta. Y, según publica también El Confidencial Digital, Leonor ha sido amonestada en varias ocasiones por no esforzarse en las pruebas físicas. Una fuente cercana asegura que no logra mantener el ritmo ni cumple con los estándares básicos sin apoyo extra.

Aunque desde la Casa Real se transmite una imagen impecable, los hechos a bordo parecen ser otros. Los compañeros se esfuerzan cada día en condiciones duras: guardias, maniobras, limpieza, navegación. En cambio, muchos observan que Leonor no participa del todo o lo hace solo cuando es imprescindible.

Este contraste genera cierto resentimiento entre quienes sí se están dejando la piel. “Estamos todos igual de cansados, todos pasamos frío, todos nos mojamos. Pero no todos tenemos detrás un fotógrafo que venga cuando nos ponemos el uniforme”, se queja uno de los jóvenes.

Por ahora, todo esto se comenta en voz baja. Nadie quiere problemas, y menos con alguien de la familia real. Pero la decepción se palpa. Y es que, al final, en la mar no importa tu apellido, sino si remas con los demás.