Iñaki Urdangarin ha recibido más dinero por no contar con quien se acuesta Felipe VI
Iñaki Urdangarin apuesta por contar su historia personal sin tocar los secretos de la Corona
Iñaki Urdangarin ha encontrado la forma de mantener su vida tranquila. Después de años de estar en el centro de la polémica, su relación con la Casa Real es prácticamente inexistente. Divorciado de la infanta Cristina, vive apartado de los focos, disfrutando de sus hobbies y de su nueva relación con Ainhoa Armentia. Sin embargo, lejos de ser un simple retiro, su silencio tiene un precio.
El exduque de Palma posee información sensible sobre Felipe VI y la familia real. Detalles que podrían alterar la imagen de la monarquía. Por ello, ha negociado un acuerdo económico que le permite no hablar de Letizia ni del rey. La presión mediática y las memorias que prepara se centran más en su experiencia personal, en la cárcel y en su recuperación, que en revelar secretos comprometidos. Las referencias a Juan Carlos aparecen, pero son leves, una “puya” que no altera demasiado el tablero. Con todo, el silencio de Iñaki se ha convertido en un activo valioso, y no dudó en pedir más dinero a cambio de mantenerlo.

Un libro personal y controlado
Su próximo libro promete ser una historia íntima. Contará cómo enfrentó la prisión, cómo se reinventó y cómo afronta su vida lejos de la familia real. La narración no será explosiva. Los escándalos y secretos sobre Felipe VI y Letizia no aparecerán. Las menciones a Juan Carlos son apenas un guiño, casi anecdóticas, comparadas con lo que realmente podría decir.
El dinero que recibe no solo le asegura comodidad. También le da poder sobre lo que se cuenta y lo que no. Mantener ciertos asuntos fuera del público es, para él, una forma de control. Nadie puede obligarlo a hablar, pero él mismo decide qué revelar. Por ahora, prefiere que el foco esté en su historia personal, en sus logros y en su vida actual, lejos de escándalos que podrían desestabilizar la monarquía.
Mientras tanto, la sociedad y los medios observan con atención. Nadie sabe todo lo que Urdangarin podría contar. Su silencio no es solo discreción; es un acuerdo calculado, un equilibrio entre dinero, poder y discreción. Y así, la historia del exduque sigue siendo una pieza clave en el intrincado tablero de la familia real española.