Iñaki Urdangarin ligaba sin parar en la cárcel, decenas de peticiones de vis a vis de las reclusas
Como ya era costumbre, Iñaki Urdangarin también fue un galán en Brieva
Si hay algo que siempre ha caracterizado a Iñaki Urdangarin, no ha sido ni su talento deportivo ni su capacidad para hacer negocios. Se trata de la gran capacidad de seducir a todas las mujeres que le gustaban, sin darle la más mínima importancia al hecho de tener una relación estable con otra persona. En este sentido, siempre se ha dicho que el que fuera Duque de Palma le fue infiel en reiteradas ocasiones a una infanta Cristina que estaba tan locamente enamorada de su marido, que nunca fue capaz de confrontarlo.
De hecho, la obsesión de Iñaki Urdangarin a la hora de acostarse con todo tipo de mujeres a espaldas de su esposa, no era nada raro en él. De hecho era una de sus prácticas favoritas y más habituales. Lo que lo acabó llevando al psicólogo. Donde fue diagnosticado como un infiel crónico. Algo que se acabó de comprobar cuando Iñaki ingresó en la prisión de Brieva.
Urdangarin, un galán hasta en los peores momentos de su vida
Si Iñaki Urdangarin tuviera que hablar del momento más delicado y duro de su vida, sin duda se pondría a hablar sobre su paso de más de cinco años por la prisión de Brieva. Allí, el que fuera Duque de Palma, cambió por completo y desarrolló un trastorno mental que lo ha cambiado radicalmente. Sin embargo, lo que nunca perdió fue su don de seducción. El cual llevó a Iñaki a convertirse en un auténtico ligón, incluso entre rejas.
De hecho, tal y como cuentan fuentes cercanas, Iñaki llegó a seducir a varias de las reclusas que estaban cerca del módulo de Urdangarin, las cuales, en más de una ocasión pidieron tener un vis a vis con el exduque de Palma. Y es que, ni la privación de libertad hacía que Iñaki no quisiera compartir cama con todo tipo de mujeres. Desde reclusas a la directora de la cárcel, a la que también le tiró los tejos.
Así pues, no hay ni un solo lugar en este mundo donde Iñaki Urdangarin no sea capaz de ligar. Y es que incluso en la cárcel, el exmarido de la infanta Cristina era un ligón.