Iñaki Urdangarin tuvo que regresar a Vitoria por una pelea con Ainhoa Armentia
La relación entre Iñaki y Ainhoa no pasa por su mejor momento
A pesar de que se han esforzado en mostrar al mundo su mejor cara, la realidad es que Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia no tienen esa relación de ensueño que tratan de aparentar. De hecho, tienen muchos más problemas de convivencia de lo que les gustaría y convendría. Y en gran medida, la gran mayoría de discusiones o de desencuentros vienen provocados por el pasado de un Iñaki Urdangarin que nunca ha sido capaz de guardar fidelidad a ninguna de sus parejas. Lo que genera una sensación de gran incomodidad en Ainhoa Armentia, que siente como que puede perder a su marido en cualquier momento.
Esta situación ha llegado a arruinar semanas enteras a la pareja. Y un buen ejemplo de ello ha sido la escapada frustrada en Viladrau, Girona. El que fuera Duque de Palma organizó una pequeña escapada por uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Girona. Sin embargo, el domingo por la mañana, lejos de estirar y acabar su estancia el martes, como estaba programado, Iñaki y Ainhoa volvieron a Vitoria.

Ainhoa vive desconfiando de su marido
La realidad es que lo de Ainhoa Armentia es un sinvivir. La abogada no lleva nada bien eso de que Iñaki Urdangarin fuera diagnosticado como un infiel crónico. Esta situación ha hecho que esté alerta durante las 24 horas del día y que quiera tener un control constante sobre lo que hace y lo que deja de hacer su pareja. Algo que no siempre hace sentir bien a Iñaki Urdangarin, que acabó estallando después de que Ainhoa le cuestionara su fidelidad por enésima ocasión.
Fue a raíz de una de estas discusiones, ya habituales en el seno de la pareja, que la escapada por Viladrau acabó varios días antes de tiempo. Iñaki y Ainhoa se dejaron de hablar desde la mañana del sábado y acabaron dando por perdida la escapada el domingo por la tarde, cuando después de comer tomaron la decisión de volver a Vitoria para seguir con su vida normal.
Así pues, la relación de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia está sumamente lejos de ser tan perfecta como nos querían vender. Las discusiones son algo demasiado habitual en la pareja y ya comienzan a truncar sus planes de forma abrupta.