Irene Urdangarin no quiere ni ver a Ainhoa Armentia, pero sí acepta a la pareja de la infanta Cristina

Irene Urdangarin se ha convertido en la díscola de los cuatro hijos de Iñaki Urdangarin. La benjamina del clan Urdangarin se niega a perdonar a su padre y a Ainhoa Armentia por todo el daño que, entre ambos, han provocado a la infanta Cristina a lo largo de estos últimos años. Un dolor emocional que Irene vivió en primera persona mientras vivía con su madre. Generando un escenario ideal para que protagonizara un bajón académico muy grande que, al final, acabó haciendo que Irene no pudiera acceder a la carrera que deseaba en la Universidad de Lausana.

Ante esta situación, tal y como han revelado fuentes cercanas a los Urdangarin, la actitud de Irene con Ainhoa Armentia es radicalmente opuesta a la que tiene con el novio de la infanta Cristina. Y es que, mientras que Irene odia profundamente a Ainhoa, se lleva especialmente bien con el empresario catalán con el que la infanta Cristina se ha estado viendo de forma regular.

En este sentido, Irene da mucha importancia a la forma que ha tenido de hacer las cosas el nuevo novio de su madre. Y es que, lejos de hacer ruido y hacer daño a la familia, el empresario catalán se ha esforzado en pasar desapercibido y en hacer tanto bien como le sea posible a la infanta Cristina. Algo que Irene Urdangarin valoraría muy positivamente. Tanto, que no tiene problema alguna a la hora de reunirse con él para comer.

Irene solo habla con su padre por obligación

La realidad es que ni el paso del tiempo ha sido suficiente para sanar todas las heridas que ha ido sufriendo Irene por las malas prácticas de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia. Lo que ha acabado provocando que Irene apenas llegue a hablar con su padre al que le coge el teléfono por obligación y con la voluntad de convivir en paz. En ningún caso para poder tener una relación buena con él o con Ainhoa Armentia.

Así pues, Irene Urdangarin ha demostrado que su problema es con Ainhoa Armentia y no con las nuevas parejas de sus padres. Y es que, la joven se lleva especialmente bien con el nuevo novio de la infanta Cristina, con el que se sienta a cenar con absoluta normalidad.