Isabel II quedó muy decepcionada con la pésima actitud de Harry y Meghan Markle
La Reina de Inglaterra se sintió traicionada por su nieto

El final de la vida de Isabel II no fue el más sencillo para ella. La entonces monarca inglesa tuvo que soportar que su nieto decidiera, de forma unilateral y sin consultar nada con ellos, que lo mejor era abandonar Buckingham de un día para otro y con la única intención de satisfacer los deseos de su esposa, una Meghan Markle que siempre tuvo una pésima relación con todo lo que tenía que ver con Buckingham. Lo que llevó a los Duques de Sussex a abandonar su posición en la Casa Real de Gran Bretaña sin pensar ni un segundo en todo el daño que estaban causando en toda la familia.
Esta decisión fue tomada dos años antes del fallecimiento de Isabel II, la cual tuvo que soportar que, en sus últimos momentos de vida, su nieto y su esposa se dedicaran a despotricar y a causar un gran daño a la Casa Real de Gran Bretaña desde la distancia y sin tener ni un mínimo de tacto ni cariño hacia una institución que se lo dio todo. En especial a Harry, que todo lo que tiene se lo debe a su apellido Windsor.
Isabel II murió con un profundo dolor emocional
De este modo, tan mala fue la actitud por parte de Harry, que aquellos que estaban cerca de ella aseguran que Isabel II falleció sumida en un intenso dolor emocional. Y es que sentía que Harry era un buen chico, siempre le mostró un gran cariño como abuela. Sin embargo, él se lo pagó de la peor forma posible. Con traición y una serie de ataques que la reina consideró inaceptables.
Es por este motivo que, en su etapa final de vida, la reina Isabel II lo pasó realmente mal a nivel emocional, pues Harry la dejó profundamente decepcionada y dolida por culpa de su mala actitud.
Así pues, esta no es la primera vez que Harry hace que un familiar de edad avanzada, como Carlos III, envejezca con un profundo dolor sentimental. Pues el Duque de Sussex no parece que le dé importancia a nada más que a él mismo, ya que dejó que su abuela muriera con mucha pena en su interior y podría hacer lo mismo con Carlos III.