Jaime de Marichalar intentó meterse en la cama de la infanta Cristina

El marido de la infanta Elena siempre prefirió a su hermana pequeña

Jaime de Marichalar intentó meterse en la cama de la infanta Cristina

El matrimonio entre Jaime de Marichalar y la infanta Elena nunca brilló por su amor, más bien fue una relación marcada por el interés mutuo y la ausencia de sentimientos reales. Por una parte, a la infanta Elena le resultaba conveniente unirse a una figura como Marichalar, un apellido importante en España y perfectamente alineado con lo que representa ser parte de la familia Borbón y que, de paso, gustó mucho a Juan Carlos I, que siempre dio el visto bueno al matrimonio que le proponía su hija mayor.

Por su parte, Jaime de Marichalar encontró en su matrimonio con Elena una oportunidad única para disfrutar de todos los privilegios que suponía formar parte de la Casa Real. Si su vida ya era cómoda antes, el vínculo con los Borbón no hizo más que abrirle aún más puertas y permitirle seguir creciendo en el mundo de la moda.

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Marichalar nunca quiso estar con su esposa

Sin embargo, como suele suceder en este tipo de uniones por conveniencia, el amor brillaba por su ausencia. Fuentes cercanas al entorno de Zarzuela aseguran que Jaime de Marichalar nunca sintió un verdadero interés por la infanta Elena. De hecho, siempre habría estado mucho más pendiente de otra figura dentro de la realeza: la infanta Cristina. Según esas mismas fuentes, Marichalar habría intentado en varias ocasiones seducir a Cristina con la intención de tener un acercamiento más íntimo con ella. Se dice que el exduque de Lugo sentía una fuerte atracción por la hija menor de Juan Carlos I. Sin embargo, la infanta Cristina nunca le correspondió, ya que sus preferencias iban por otro camino, como evidenció su matrimonio con Iñaki Urdangarin.

Jaime de Marichalar nunca tuvo posibilidades reales

Con el paso del tiempo, ha quedado claro que la infanta Cristina nunca se fijó en los hombres que le gustaban a Don Juan Carlos. A diferencia de su hermana, siempre se sintió atraída por hombres plebeyos y con poco o nada que ver con la aristocracia, especialmente deportistas de élite españoles.

Así pues, los intentos de Jaime de Marichalar por conquistar a la infanta Cristina no hacen más que evidenciar que su matrimonio con la infanta Elena carecía de amor y estaba basado en el beneficio mutuo y la conveniencia. Elementos propios de los matrimonios de los Borbón y que acabó llevando el matrimonio a una ruptura inevitable.