Jaime de Marichalar, puente de mayo con el hombre más rico de Francia

Jaime de Marichalar y su inesperada conexión con el mundo del lujo y la alta sociedad

Jaime de Marichalar, puente de mayo con el hombre más rico de Francia

Jaime de Marichalar no lo tuvo fácil tras su divorcio de la infanta Elena. Su matrimonio estuvo marcado por dudas, tensiones y, finalmente, un distanciamiento irreversible. Incluso el día de la boda, Elena valoró cancelarla. La relación no logró fortalecerse ni siquiera con la llegada de sus dos hijos. El infarto que sufrió Marichalar agravó aún más la convivencia. Cambió su carácter y la distancia con su esposa se hizo insalvable. Tras la separación, su vida dio un giro, lejos del foco mediático, centrado en su recuperación y proyectos personales.

Pese a todo, Marichalar nunca se apoyó en la familia real. A diferencia de otros excuñados, como Iñaki Urdangarin, construyó su independencia financiera. Contaba con una sólida carrera antes del divorcio, habiendo trabajado con marcas de lujo como Loewe y Manolo Blahnik. Hoy, su residencia en un tríplex en el exclusivo barrio de Salamanca y su trabajo como asesor de LVMH lo mantienen en lo más alto del círculo elitista europeo.

Jaime de Marichalar y la Infanta Elena

El puente de mayo, junto a Bernard Arnault

Este puente de mayo ha vuelto a colocar a Jaime de Marichalar en la conversación pública. Pero no por escándalos ni declaraciones. Esta vez, por su cercanía con Bernard Arnault, el hombre más rico de Francia y presidente del conglomerado LVMH. Ambos han compartido días de descanso en un entorno exclusivo, lejos de miradas curiosas pero no exento de atención.

La amistad entre ellos no es nueva. Marichalar ha sabido moverse con soltura en el mundo del lujo. Su elegancia, contactos y perfil bajo le han valido un lugar de confianza junto a Arnault. No es solo una figura decorativa. Su papel como asesor en España para el imperio LVMH lo convierte en un aliado estratégico.

Así, mientras su hija Victoria Federica se abre camino como influencer, Jaime se consolida como figura clave en la industria del lujo. Discreto, eficaz y bien conectado, este puente de mayo es una muestra más de que, aunque su vida cambió, Marichalar supo encontrar su sitio. Y no es precisamente uno modesto. Sin necesidad de títulos ni escándalos, Jaime de Marichalar ha tejido su propio imperio en silencio, al lado de los más poderosos.