Jim Russo, amante de Letizia, explica que se metía en la cama a cambio de favores laborales

Que Letizia nunca ha sido una mujer fiel es algo que podemos dar por sentado; las revelaciones de Jaime del Burgo solamente sirvieron para acabar de confirmar algo que se sabía desde hace mucho tiempo. Y es que, bastantes años antes de que se casara con Felipe VI, la reina Letizia, que entonces ni se imaginaba que iba a ser Reina de España, ya usaba sus encantos para poder escalar en el mundo del periodismo, donde nunca usó su talento para ser la mejor, sino que usó su cara bonita y sus relaciones sentimentales e íntimas muy a su favor.

En este sentido, un muy buen ejemplo de las malas mañas de Letizia es Jim Russo. El periodista ha sido uno de los amantes que más ha marcado la vida de la actual Reina de España. Según cuentan, ambos comenzaron su romance justo cuando Letizia estaba comprometida, que no casada, con Alonso Guerrero. Fue cuando ella era becaria en la agencia EFE y él, un periodista muy reputado dentro de la misma agencia.

Jim Russo se sintió utilizado por Letizia

Tal y como cuenta Maica Vasco, en una entrevista a Antonio Montero, Jim Russo ofreció su versión sobre todo lo que llegó a vivir con Letizia, la cual, durante bastante tiempo, fue su amante. Se veían en apartamentos escondidos en Madrid o en el Parador de Almagro, lugares en los que pasaban largas noches de pasión. Dicha relación se mantuvo hasta cuando Letizia se fue a México, pues con Jim Russo en Houston, ambos se movían para encontrarse y compartir cama de forma bastante habitual.

Sin embargo, fue al acabar una de esas veladas de pasión que Letizia demostró sus verdaderas intenciones a Jim. No había ni una pizca de amor ni de cariño por parte de la periodista. Ella solamente buscaba su propio beneficio, y así se lo demostró: “se acostaba con él para obtener beneficios laborales”. Así es como define Maica Vasco la relación entre Letizia y Jim Russo.

Así pues, ya podemos ver que Felipe VI no ha sido el único que ha sufrido las relaciones interesadas de una Letizia que, a lo largo de su vida, se ha acostado con más hombres por interés que por sentirse atraída por ellos.