Juan Carlos I empeora, los médicos confirman el mismo desenlace fatal que su madre, María de las Mercedes
El final de Juan Carlos I apunta a ser trágico
No son tiempos sencillos para Juan Carlos I. El emérito sigue luchando contra sus graves problemas de movilidad y de salud general que hace años lo acompañan y que hacen que su vida sea realmente complicada. En este sentido, con el paso del tiempo el emérito dejó de ser capaz de caminar y de hacer vida normal. Ahora, tal y como relatan aquellos que conviven con él, ya no es capaz ni de levantarse ni mantenerse de pie durante unos pocos minutos. Todo lo debe hacer con asistencia y para desplazarse necesita una silla de ruedas. Y no parece que esto se vaya a poder solucionar.
Tal y como le han ido comentando los médicos encargados de seguir su evolución y buscar su bienestar, Juan Carlos I lo tiene realmente complicado si lo que quiere es volver a caminar y sentirse como antes. Sus piernas están muy dañadas y sus huesos están en una situación de tal debilidad que por muchos tratamientos que se le realicen, siempre va a tener el mismo resultado. Y es que eso viene de familia, la madre de Juan Carlos I, María de las Mercedes, ya tenía este problema en sus huesos, concretamente en la cadera, al igual que el emérito.

Nada puede contra el paso del tiempo
La realidad es que el paso del tiempo es un enemigo al que muy difícilmente se le puede hacer frente. Juan Carlos I ya lo ha intentado todo, desde masajes hasta terapias con células madre, y nada ha servido. Por mucho que lo intente, el resultado siempre acaba siendo igual: padece dolores, su pierna izquierda está rígida y no se puede levantar ni un minuto sin comenzar a temblar. De modo que sí, el peor miedo del emérito se ha hecho realidad.
En este sentido, Juan Carlos I siempre temió proyectar la imagen de un monarca derrotado, de ser un hombre débil e incapaz de valerse por sí mismo. Algo que siente que transmite cada vez que sale en la silla de ruedas. Cree que es el hazmerreír de España por este motivo y no quiere que nadie lo vea así.
De modo que los médicos ya han llegado a la conclusión de que no hay demasiada esperanza con Juan Carlos I.