Juan Carlos I está yendo a peor, tiene la pierna izquierda totalmente rígida y ya no puede andar

La salud de Juan Carlos I ha dado un nuevo giro a peor

Juan Carlos I está yendo a peor, tiene la pierna izquierda totalmente rígida y ya no puede andar

No hay día en el que lleguen buenas noticias sobre Juan Carlos I. Desde que en el año 2020 fue enviado a Abu Dabi por orden de Felipe VI, el emérito no ha hecho más que empeorar su estado de salud de forma preocupante. En este sentido, más allá de esa dificultad para cambiar que ya mostraba a raíz de su aparatosa caída en Botsuana, Don Juan Carlos ha visto como esa caída se ha ido complicando hasta el punto de poner en riesgo su capacidad para llevar una vida medianamente normal.

Según han desvelado fuentes cercanas a la Casa Real, la movilidad de Juan Carlos I ha pasado de ser muy baja a ser prácticamente nula. Todo por culpa de la pérdida completa de la sensibilidad y capacidad para mover su pierna izquierda. La cual, más allá de generarle unos intensos dolores, se le ha quedado completamente rígida y lo ha dejado sin apenas poder caminar.

La silla de ruedas, la única solución para el emérito

Ante esta situación, Juan Carlos I ya sabe lo que le toca. Su equipo médico ha hecho todo lo que ha podido para recuperar las capacidades de esa pierna izquierda. Sin embargo, la realidad es la que es y ni los tratamientos en Ginebra con células madre han acabado sirviendo de nada. De modo que todo apunta a que Don Juan Carlos va a acabar postrado en una silla de ruedas y dependiendo de otras personas durante las 24 horas del día.

Juan Carlos

Juan Carlos I está devastado por la noticia

La realidad es que al emérito no le hace ninguna gracia esto de tener que ir en una silla de ruedas. Siente que la imagen que proyecta es penosa e indigna de un rey como él. Es por este motivo que se niega a aparecer en público. No quiere que nadie lo vea como un monarca derrotado e incapaz. Algo que le da auténtica vergüenza a Don Juan Carlos.

Así pues, los dolores y la rigidez en la pierna de Juan Carlos I han hecho que el padre de Felipe VI haya dejado de caminar y, al menos cuando se mueve por casa, lo haga mediante la silla de ruedas y una asistencia de 24 horas al día.