Juan Carlos I exige a su hijo le pida perdón para acabar con las hostilidades

Las condiciones del emérito a Felipe VI son muy claras

Juan Carlos I exige a su hijo le pida perdón para acabar con las hostilidades

Juan Carlos I lo tiene muy claro, no ha hecho nada malo a la hora de interponer demandas contra aquellos que considera que lo han estado difamando y calumniando. De hecho, considera que ha tardado demasiados años en tomar una decisión de este estilo. Sabe que está en su derecho de defender su honor. En especial ahora, que no hay nadie que lo esté defendiendo públicamente. Es por este motivo que, lejos de aceptar las peticiones por parte de Felipe VI a la hora de retirar las demandas que ha interpuesto contra Revilla y Corinna Larsen, Juan Carlos I le ha puesto las cosas muy claras a su hijo.

En este sentido, el emérito ya le ha hecho saber a su hijo que la única forma de que puedan hacerlo rectificar es mediante unas disculpas. Quiere que Felipe VI se siente con él y le pida, a la cara, perdón por no haber estado a su lado en estos momentos tan complicados y por no haberlo defendido cuando tocaba y cuando los demás lo han estado atacando de forma desproporcionada.

Felipe

Juan Carlos I siente que su hijo no ha estado nunca de su lado

La realidad es que, tal y como hemos podido saber, el emérito se ha sentido muy maltratado por su hijo. No lo ha acompañado en la lucha contra una serie de problemas de salud que ponen en riesgo su vida y tampoco ha movido ni un solo dedo para defenderlo de lo que han dicho Revilla y Corinna sobre él. Solamente se ha enfadado porque su padre se ha tratado de defender de unas acusaciones muy graves. Algo que no han hecho ni Elena ni Cristina, a las que sí considera buenas hijas.

De este modo, Juan Carlos I lo tiene muy claro. Si Felipe VI se disculpa con él y comienza a estar de su lado a la hora de defenderlo, va a retirar las demandas contra Corinna y Revilla. Si no lo hace, va a seguir adelante con las medidas judiciales y podría llegar a pasar cualquier cosa.

Así pues, Felipe VI está obligado a agachar la cabeza ante su padre si quiere que esas demandas no sigan adelante y dejen de provocar dolores de cabeza y preocupaciones en la reina Sofía