Juan Carlos I sufre lapsus de memoria que preocupan cada vez más en la familia
Los que conviven con Juan Carlos III detectan un empeoramiento preocupante en él

Hace muchas semanas que a Zarzuela no llega ni una sola noticia positiva respecto del estado de salud de un Juan Carlos I que cada vez muestra un deterioro cognitivo mayor. En este sentido, tal y como han revelado personas que suelen convivir con el emérito, aseguran que ya no es capaz de reconocer a ciertas personas y que su capacidad para entender la realidad en la que vive está muy limitada y que hace que su toma de decisiones sea cada vez más errática.
Ante esta situación, tal y como se ha encargado de contar José Antonio Zarzalejos, lo que padece Don Juan Carlos no es demencia senil, aunque se pudiera llegar a interpretar por la forma de actuar del emérito. Sino que lo que tiene son lapsus de memoria que entorpecen su día a día y que generan cierta preocupación a su alrededor. Especialmente por su incapacidad para entender bien la realidad en la que vive y la de los que lo rodean. De hecho es por esta situación, que no explican la decisión de Juan Carlos I de demandar a Revilla y Corinna.
Juan Carlos I ha dejado de ser el de siempre
A pesar de que tal y como asegura Zarzalejos, está descartada la hipótesis de que Juan Carlos I sufre demencia senil, los que conviven con él están convencidos de que su capacidad cognitiva no está funcionando de forma correcta. Y es que percibe la realidad de una forma completamente diferente. No entiende que es un hombre mayor con ciertas limitaciones. Es por este motivo que se siente con fuerzas para seguir comandando regatas en Sanxenxo o que se considera lo suficientemente poderoso como para demandar y pedir un castigo a Revilla por hablar mal de él. No entiende en qué mundo vive.
Muchos lo ven como una especie de Quijote, que ve cosas completamente distorsionadas y se ve como una persona con mucha más fuerza de la que realmente tiene. Una situación que ha empeorado a raíz de los problemas de memoria de un Juan Carlos I que ha llegado a olvidar el nombre de varios de sus mejores amigos. Levantando mucha preocupación en Zarzuela.
Así pues, a pesar de que no se trata de demencia senil, sí que podríamos estar hablando de unos lapsus de memoria a corto y medio plazo que están afectando gravemente a la calidad de un Juan Carlos I que a veces no sabe ni en qué mundo vive.