Juan Carlos I utilizó al CNI para parar la boda de Iñaki Urdangarin
Juan Carlos I nunca estuvo de acuerdo con las parejas de la infanta Cristina

Hace más de 27 años que Iñaki Urdangarin se dieron el sí quiero para convertirse en los Duques de Palma y en una de las parejas más buscadas de la España de finales de los 90. En este sentido, fue muy sonado el hecho de que la hija de Juan Carlos I se casara con un plebeyo como le era Iñaki Urdangarin. Y es que, a pesar de ser una de las más grandes personalidades deportivas de nuestro país, la realidad es que Iñaki estaba muy lejos de la aristocracia española. Lo que no gustó ni un pelo a Don Juan Carlos.
El emérito siempre trabajó para hacer que la infanta Cristina se juntara con hombres con apellidos ilustres de España. Tiró de contactos para hacer que su hija se enamorara de un caballero bien posicionado. Sin embargo, a Cristina le gustaban los deportistas y poco o nada le importaba el apellido que portaban. Lo que la llevó a caer enamorada de un Iñaki Urdangarin que no gustaba nada al entonces Rey de España.
Tal y como han sugerido fuentes cercanas a Casa Real, el hecho de que Iñaki Urdangarin fuera conocido por sus constantes aventuras con mujeres y que hubiera convertido a la infanta Cristina en su amante durante un largo periodo de tiempo, hizo que Juan Carlos I no viera nada bien al que se acabó convirtiendo en su yerno. Y es que el emérito lo tenía claro: iba a hacer año a los Borbón. Y no se equivocaba.
Juan Carlos I trabajó para romper la relación entre Iñaki y Cristina
Ante la firme decisión de Cristina, de casarse con Iñaki Urdangarin, Juan Carlos I decidió tomar cartas en el asunto y se puso en contacto con el CNI para encargarle la misión de echar por tierra la relación entre su hija y el exdeportista. Un plan que reveló Consuelo Font y que no acabó surtiendo efecto, a pesar de que sí que funcionó cuando se quería acabar con Eva Sannum.
Así pues, Juan Carlos I estaba tan disgustado con el hecho de que Iñaki Urdangarin fuera la pareja de su hija, que puso en marcha al CNI para hacer que rompieran. Sin embargo, nada hizo cambiar de opinión a la infanta Cristina.