Juan Urdangarin se niega a volver a vivir en Zarzuela

El joven mantiene sus planes de verano lejos del ambiente palaciego y de la residencia familiar

Juan Urdangarin se niega a volver a vivir en Zarzuela

Juan Urdangarin lo tiene claro: este verano no lo pasará en Zarzuela. El hijo mayor de la infanta Cristina ha decidido mantenerse lejos del ambiente palaciego y optar por destinos más discretos y relajados como Cerdeña. Su decisión no es improvisada. Desde hace meses, Juan prefiere la tranquilidad del anonimato frente a las formalidades que rodean a la familia real.

Hace apenas un año vivió una etapa personal complicada. Abandonó temporalmente su trabajo en una empresa automovilística vinculada al entorno de José María Aznar y pensó incluso en regresar a España. ¿El motivo? Una fuerte crisis con su pareja, un joven economista inglés con quien mantiene una relación desde hace tres años. A pesar del revuelo por la filtración, la pareja logró superar el bache y, hoy por hoy, su vínculo parece más sólido que nunca.

En su entorno siempre se ha comentado que Juan es muy reservado. Jamás ha hecho pública su vida sentimental ni se ha dejado ver en actitudes cercanas con nadie. Su vida privada ha estado cuidadosamente protegida, pero la presión mediática ha ido en aumento desde que se conoció la naturaleza de su relación.

Juan Urdangarin

Zarzuela, cada vez más lejos

Hace un año, Juan barajó instalarse temporalmente en el complejo de Zarzuela con sus hermanos Irene y Miguel. Pero la convivencia no terminó de cuajar. Aunque la reina Sofía se mostró feliz al principio de tener a sus nietos cerca, las cosas cambiaron con el tiempo. La revelación de la relación de Juan con otro hombre provocó cierto distanciamiento con su abuela. Sofía, muy apegada a tradiciones más conservadoras, no terminó de aceptar la situación, algo que hirió profundamente a su nieto.

Juan, que ha sufrido mucho por el caso Nóos y por vivir entre países sin raíces firmes, esperaba al menos comprensión dentro de su propia familia. No fue así. Por eso, ha tomado una decisión firme: no volverá a vivir en Zarzuela. Prefiere disfrutar del verano a su manera, lejos de miradas incómodas, de tensiones familiares y, sobre todo, lejos de un entorno que ya no siente como suyo. La distancia, esta vez, no es solo física. Es emocional.