Kate Middleton y el Príncipe Guillermo ponen fin a su relación
Todos los rumores apuntan a una separación en privado
El tiempo pasa y las grietas en el matrimonio de Kate Middleton y el príncipe Guillermo se hacen imposibles de disimular. Aunque la fachada oficial siga siendo la de una pareja unida y dedicada a sus hijos, lo cierto es que el distanciamiento entre los príncipes de Gales ya es un secreto a voces dentro y fuera de Kensington Palace.
Y es que desde hace meses las señales son demasiado evidentes. La ausencia de gestos de complicidad, las agendas separadas y los silencios prolongados han alimentado la percepción de que la relación atraviesa una crisis profunda. A todo ello se suma un detalle imposible de pasar por alto: Kate ha sido vista sin el anillo de compromiso, la icónica joya que perteneció a lady Diana y que siempre fue el símbolo de su unión con Guillermo.

Una ruptura que no se deja hacer pública
De este modo, se refuerza la idea de que la pareja habría optado por un acuerdo de convivencia alterno, evitando pasar largos periodos juntos para reducir tensiones. Fuentes cercanas aseguran que esta distancia busca proteger a sus hijos del ambiente enrarecido que se habría instalado en casa, recordando peligrosamente a la frialdad que siempre rodeó el matrimonio entre Felipe VI y Letizia en España.
La sombra de Rose Hanbury, la mujer con la que Guillermo fue vinculado en 2019, sigue presente en este escenario. Aquel episodio nunca se aclaró del todo, y aunque desde la Casa Real británica intentaron acallar los rumores, la herida nunca terminó de cerrarse. La historia volvió a agitarse años después, cuando se habló de un supuesto encuentro secreto en San Valentín, justo el mismo día en que Kate confesó públicamente que no esperaba ningún detalle de su esposo.
Así pues, la ausencia del anillo no parece un simple capricho estético, sino un gesto cargado de significado que muchos interpretan como la confirmación de un distanciamiento real y sostenido. Mientras los príncipes intentan mantener el relato oficial de normalidad, cada paso de Kate Middleton deja entrever que el matrimonio con Guillermo se tambalea más que nunca, y que la monarquía británica se enfrenta a una crisis familiar de la que no será fácil salir indemne.