La empresa de Iñaki Urdangarin fracasa meses después de salir al mercado

El entorno de Iñaki Urdangarin no genera confianza

La empresa de Iñaki Urdangarin fracasa meses después de salir al mercado

La aventura empresarial de Iñaki Urdangarin parece haber llegado a un callejón sin salida. Su marca de coaching, Bevolutive, nació con la ambición de abrirle un nuevo horizonte tras sus años más complicados, pero el balance no invita al optimismo. Las firmas potencialmente interesadas en sus servicios han preferido mantenerse a distancia, temerosas de que el nombre del exduque de Palma arrastre más problemas que beneficios.

Y es que las sombras del pasado siguen persiguiendo al exdeportista. El recuerdo del caso Nóos, los escándalos matrimoniales con la infanta Cristina y los temores de que cualquier vínculo con él pueda incomodar al rey Felipe VI han pesado demasiado. Muchas compañías han declinado colaborar para no poner en riesgo su reputación ni verse envueltas en polémicas mediáticas que perjudiquen su imagen corporativa. Por lo que Urdangarin apenas es capaz de captar clientes porque todas las empresas que pueda necesitar esos servicios, se echan para atrás por miedo.

Iñaki

La empresa de Urdangarin no ha cumplido con las expectativas

De este modo, Bevolutive, que pretendía convertirse en un referente dentro del coaching ejecutivo, apenas ha conseguido captar clientes estables. La marca nació con expectativas altas: formación, liderazgo, programas motivacionales… todo un catálogo destinado a quienes buscaban mejorar su rendimiento personal y profesional. Sin embargo, el sello de Urdangarin no ha generado confianza suficiente para que los proyectos prosperen.

La realidad es que el exjugador de balonmano no parece demasiado preocupado por este traspié. Según apuntan voces del entorno citadas por el periodista Juan Luis Galiacho, la empresa serviría, en buena medida, para justificar unos ingresos que rondarían los 25.000 euros mensuales, destinados a garantizar su discreción sobre asuntos delicados relacionados con la Casa Real. En ese contexto, la rentabilidad comercial no sería una prioridad.

Así pues, Bevolutive se ha convertido en un escaparate discreto, más útil para mantener apariencias que para generar beneficios reales. Mientras otros profesionales del sector logran abrirse paso con propuestas innovadoras, el exduque de Palma parece instalarse en un limbo empresarial donde la supervivencia depende menos del talento o el esfuerzo que de equilibrios silenciosos con su pasado y con su entorno más próximo.