La Iglesia descubre, 21 años después, el engaño de Letizia y Felipe VI

Secretos que estremecen el vínculo entre la Corona y el Vaticano

La Iglesia descubre, 21 años después, el engaño de Letizia y Felipe VI

Hace más de dos décadas, la Corona y la Iglesia parecían en sintonía. Con el anuncio de la boda de Letizia y el entonces príncipe Felipe, todo parecía perfecto. Sin embargo, la realidad fue otra. El primo de Letizia, David Rocasolano, destapó el primer secreto en su libro Adiós, princesa. Reveló que, antes de la boda, Letizia había interrumpido un embarazo en la Clínica Dator de Madrid. El príncipe Felipe supuestamente pidió borrar cualquier rastro de aquel episodio. Sabían que, de saberse, la Iglesia se opondría. La reina Sofía lo habría rechazado de plano. En la doctrina católica, el aborto es un sacrilegio. Quien lo comete, queda excomulgado. Y sin esa excomunión levantada, no se puede recibir el sacramento del matrimonio.

Un segundo testimonio llegó de Leonardo Faccio, autor de Letizia, una reina impaciente. Según él, Letizia fingió una conversión sincera. Aseguró haber “visto la luz” tras conocer a Felipe. Pero, en realidad, no creía en Dios. Sólo fue un acto calculado. Incluso durante la visita a Francisco, la futura reina lució mantilla. Rezó en público como una católica devota. Detrás de esa fachada, fuentes confiables aseguran lo contrario. Periodistas como Maica Vasco y Laura Rodríguez coinciden en que Letizia renegó de la fe años atrás. “Ella se reía de Dios y ahora reza ante el Papa”, dice Faccio.

Felipe VI

Impacto en la Iglesia

En estos 21 años, la relación Iglesia-Corona se mantiene tensa. Lo que se pensaba un distanciamiento ideológico, ahora parece un engaño premeditado. La filtración de documentos comprometedores ha sacudido los cimientos eclesiásticos. Letizia, con su actitud fría en actos litúrgicos, nunca ocultó su falta de afinidad. Pero la sorpresa fue descubrir que, para casarse, recurrió a un curso religioso. Según Vasco, mintió al obispado para que le levantaran la excomunión sin confesar el aborto. Paula Channel, comunicadora especializada, acusa a la reina de fraude. Sostiene que Letizia temía más al poder eclesiástico que a su propia familia real.

La Iglesia, avergonzada, analiza ahora los documentos internos. Hay cartas, peticiones y testimonios. Algunos obispos se sienten traicionados. El Vaticano aún no se pronuncia oficialmente. Por ahora, se limitan a estudiar cada prueba. El futuro de la relación entre ambos poderes pende de un hilo. Muchos se preguntan si esta revelación cambiará para siempre la percepción de la monarquía. Queda claro que, tras años de silencio, la verdad salió a la luz. Y su impacto apenas empieza a sentirse.