La infanta Cristina esconde los secretos de su hermano y Letizia con pagos desde Suiza

Iñaki Urdangarin conoce todos los secretos de Zarzuela

La infanta Cristina esconde los secretos de su hermano y Letizia con pagos desde Suiza

En Zarzuela saben perfectamente que Iñaki Urdangarin es uno de los enemigos más peligrosos que puede tener la Casa Real. El exduque de Palma ha visto, escuchado y callado demasiadas cosas durante los años en los que formó parte del núcleo más íntimo de los Borbón. Y cuando decimos que sabe cosas, nos referimos a información que podría poner contra las cuerdas a Felipe VI y, de rebote, a Letizia.

Iñaki nunca ha sido un hombre fácil de controlar. Y menos después de pasar por prisión, de ver cómo su matrimonio se rompía y de darse cuenta de que para la Casa Real había dejado de existir. Por eso, cuando Cristina firmó el divorcio, supo que estaba frente a un hombre que no tenía nada que perder y que podía vender al mejor postor todos los secretos de Zarzuela.

Iñaki

Cristina paga el silencio de Urdangarin

Según hemos podido conocer, ha sido la propia infanta Cristina quien ha decidido comprar el silencio de Iñaki para proteger a su hermano Felipe y a Letizia. Porque si alguien tiene pánico a que se destapen los trapos sucios del matrimonio real, esa es Cristina, que sabe que un solo movimiento de Urdangarin podría arruinar la imagen de su hermano y, con ello, terminar de hundir a los Borbón.

Por eso, desde su cómoda residencia en Suiza, la infanta Cristina habría realizado dos transferencias millonarias a Iñaki Urdangarin, además de asegurarle una pensión mensual de 25.000 euros a cambio de su discreción. Dinero que, según explican fuentes cercanas, sirve para tapar la boca de un hombre que sabe demasiado.

El pacto es claro: Urdangarin recibe el dinero, y a cambio no abre la boca sobre lo que vio en Zarzuela. Ni sobre las tensiones entre Felipe y Letizia, ni sobre las crisis matrimoniales que han tratado de ocultar, ni sobre los desplantes que Letizia le ha hecho a la familia Borbón. Todo queda sepultado bajo billetes que Cristina mueve desde sus cuentas suizas.

Porque, si algo teme Cristina, es que su exmarido convierta en público lo que tantos años se ha ocultado. Y sabe que el silencio de Iñaki cuesta caro, pero es un precio que está dispuesta a pagar para proteger a Felipe VI.