La infanta Cristina viaja de urgencia a Zarzuela por la gravedad de los acontecimientos
La reina Sofía necesita el apoyo de sus hijos
La infanta Cristina ha decidido dejarlo todo para viajar de urgencia a Zarzuela. La situación que atraviesa la familia es crítica y el ambiente en palacio se ha vuelto asfixiante. Con la reina Sofía en Grecia para acompañar a su hermana Irene, que se encuentra en el tramo más duro del Alzheimer, Cristina y Elena se han turnado en Madrid para que la tía Pecu no quede nunca desatendida. Cada día es un desafío, y el equipo médico que la cuida insiste en que ya no se puede bajar la guardia ni un segundo.
La enfermedad ha avanzado hasta un punto devastador. Irene apenas reconoce nada, su memoria se ha perdido casi por completo y sus fuerzas se agotan a diario. Postrada en la cama, necesita asistencia constante, desde la alimentación hasta los movimientos más básicos. Esta realidad ha sacudido por completo a la reina Sofía, que se niega a separarse de ella en Grecia, aunque ello suponga dejar en manos de sus hijas la vigilancia en Zarzuela.

Cristina vuelve a casa para acompañar a su hermana
Y es que Cristina, pese a ser la más discreta de los tres hermanos en los últimos años, no ha dudado en volver a la primera línea familiar cuando su madre más lo necesita. Consciente de la fragilidad emocional de Sofía, ha querido aliviarla asumiendo parte de la responsabilidad. Para ella, resulta vital que la emérita sepa que no está sola y que sus hijos permanecen unidos en torno a Irene en estos momentos de extrema gravedad.
La realidad es que la salud de Irene se apaga poco a poco, en un proceso lento pero irreversible que arrastra también a Sofía a un estado de profunda tristeza. Por eso las hermanas han hecho piña: Elena se mantiene en Madrid cuando Cristina se ausenta, y ambas se coordinan para que la tía Pecu esté siempre acompañada, rodeada de cariño y cuidados médicos especializados.
Así pues, la llegada de la infanta Cristina a Zarzuela simboliza algo más que una visita: es la respuesta desesperada de una hija que sabe que su madre vive los días más amargos de su vida. Irene de Grecia se apaga, y Sofía necesita a sus hijas más que nunca.