La infanta Cristina y Elena trasladan a su hermano la preocupación por el último diagnóstico

Juan Carlos I lleva meses con la salud muy débil

La infanta Cristina y Elena trasladan a su hermano la preocupación por el último diagnóstico

En Zarzuela ya no es ningún secreto que Juan Carlos I está en un momento especialmente delicado de salud. El emérito ya no es capaz de valerse por sí mismo y ha comenzado a necesitar asistencia durante las 24 horas del día para poder vivir tranquilamente. Fuentes cercanas aseguran que apenas es capaz de moverse y de mantenerse en pie. Una situación que ha llevado a la infanta Cristina y a la infanta Elena a reunirse con Felipe VI para tratar de convencerlo de que lo mejor que puede hacer es perdonar a su padre y darle, como mínimo, un final de vida digno.

Por su parte, Felipe VI tiene más que claro que no puede permitir que el emérito vuelva sin ningún tipo de condición. No quiere más polémicas de las que ya tiene alrededor de Zarzuela, por lo que, por ahora, ya ha hecho saber a sus hermanas que las opciones de permitir el regreso de Don Juan Carlos son cero, o muy cercanas a esa cifra. En especial después del pésimo comportamiento que ha tenido y de lo poco que ha demostrado importarle el bienestar de los suyos.

Juan Carlos

Las relaciones en Zarzuela están en muy mal estado

La realidad es que las relaciones dentro de la Casa Real están gravemente deterioradas. Felipe VI lleva mucho tiempo enfadado con su hermana Elena; no le perdona que no frenara a su padre cuando este le propuso la posibilidad de demandar a Corinna Larsen y a Miguel Ángel Revilla. Sin embargo, lejos de recomendar que pusiera el freno, Elena animó a su padre sin siquiera hablar con Felipe VI.

Además, no se trata solo de que haya hecho daño a la institución como tal, sino de que nunca se tuvo en cuenta el inmenso dolor que esta situación le está causando a la reina Sofía, quien es la que está sufriendo en silencio por todo lo que puede acabar conllevando la demanda de Juan Carlos I a Corinna Larsen, que ya ha amenazado con hablar y contar toda la verdad.

Así pues, si no cambian las cosas, todo apunta a que, por grave que esté el emérito, Felipe VI se va a negar a permitir su regreso a España.