La infanta Elena es la beneficiaria de una segunda herencia millonaria
El futuro económico de la infanta Elena queda marcado por decisiones familiares clave
La infanta Elena vuelve a estar en el foco mediático. Esta vez no por su vida privada, sino por su situación económica. Ya se sabía que era una de las principales beneficiarias de la herencia de su padre, el rey emérito Juan Carlos I. Pero ahora se ha confirmado que también recibirá una importante parte de la fortuna de su madre, la reina Sofía.
Aunque la herencia paterna es mucho más elevada, no hay que subestimar la de su madre. La reina Sofía ha acumulado una gran cantidad de dinero durante su vida, parte por su estatus, parte por su papel en la familia real. Además, ha seguido recibiendo apoyo económico del emérito incluso después de su separación informal. Todo, por el bien de la institución.
Dos fortunas, un destino
Juan Carlos I comenzó a preparar su herencia hace unos años. Sabía que el tiempo corría. Vendió propiedades en Cataluña y el País Vasco, y decidió dejar su fortuna en manos de sus hijas, Elena y Cristina. Felipe VI renunció públicamente para proteger la imagen de la monarquía. Con esto, cada una de las infantas recibiría aproximadamente mil millones de euros.
Pero la sorpresa llegó al saberse que la reina Sofía también será heredada. A pesar de su distanciamiento, el emérito siempre la mantuvo económicamente. Pagaba sus compras, sus viajes y su estilo de vida. Ahora, sus hijos también heredarán parte de su fortuna, incluyendo a Felipe VI. Así, Elena se beneficiará de una segunda fuente millonaria.
La infanta, con la vida resuelta
La infanta Elena no necesita preocuparse por el futuro. A los ingresos familiares se suma su posición como figura pública, aunque más discreta en los últimos años. A diferencia de otros miembros de la realeza, ha mantenido un perfil relativamente bajo. Pero económicamente está más que cubierta.
Con las dos herencias —la de su padre, ya repartida de forma no oficial, y la que en un futuro dejará su madre—, su patrimonio es enorme. Además, el emérito no ha escatimado en gastos familiares. Ha mantenido a sus nietos, a Iñaki Urdangarin y, hasta hace poco, a Sofía.