La familia real española está atravesando una etapa delicada. La infanta Elena, siempre fiel a su padre, el rey emérito Juan Carlos I, ha solicitado a su hermano, el rey Felipe VI, que reconsidere su postura y permita el regreso de su padre a España. Las razones de esta solicitud son, en gran medida, el estado de salud de Juan Carlos I, quien ha visto cómo su bienestar se ha deteriorado con el paso del tiempo. La preocupación de las hermanas, especialmente de Elena, es cada vez mayor, pues temen que su padre no pueda soportar mucho más tiempo lejos de su tierra y de su familia.
La infanta Cristina también ha sido parte de este llamado a la reconciliación. Ambas hermanas han mostrado su deseo de cerrar las heridas familiares y, en la medida de lo posible, ofrecerle al rey emérito la oportunidad de regresar a España y vivir sus últimos años en paz, rodeado de sus seres queridos. Sin embargo, la postura del rey Felipe VI sigue siendo firme. El monarca mantiene la distancia con su padre, pues las heridas de los escándalos pasados siguen siendo demasiado profundas y la situación institucional no permite la vuelta de Juan Carlos I, al menos por el momento.

Este gesto de las infantas Elena y Cristina refleja no solo el amor que sienten por su padre, sino también el deseo de
sanar las heridas familiares. A pesar de los años de tensiones y de las dificultades institucionales, ambas hermanas siguen luchando por lo que consideran justo para su padre. La petición de Elena, en particular, busca que la unidad familiar prevalezca por encima de cualquier rencor pasado.
El hecho de que la infanta Elena se haya decidido a hacer este llamado a su hermano, el rey Felipe VI, muestra el peso de la situación. Las relaciones familiares, aunque estén marcadas por diferencias políticas e institucionales, siguen siendo un aspecto fundamental en la vida de los miembros de la Casa Real. La solicitud no es solo una cuestión de política, sino también de humanidad, de dar la oportunidad a un padre de vivir sus últimos años con dignidad y en paz. A pesar de las dificultades, el esfuerzo por encontrar un terreno común refleja la esperanza de que la familia real, al menos en este caso, pueda superar las adversidades y avanzar hacia la reconciliación.