La infanta Elena ha pedido ayuda a su hermano porque el problema es grave
La infanta Elena solicita ayuda a su hermano para gestionar el delicado estado de salud de Juan Carlos I

La infanta Elena se ha convertido en una figura clave en la vida de su padre, Juan Carlos I, desde su exilio en los Emiratos Árabes. Durante estos años, ha sido su mayor apoyo, acompañándole en cada aparición pública por España, a petición de su hermano, Felipe VI. La situación del emérito ha sido delicada, y la Casa Real se ha distanciado por completo, dado que el rey Felipe no puede estar asociado públicamente con su padre debido a la repercusión negativa.
Felipe VI, al ser aconsejado por su esposa, ha tomado decisiones difíciles, siendo una de las más duras el exiliar a su padre en Abu Dabi, donde ha vivido los últimos cinco años. Juan Carlos I se encuentra en una situación emocionalmente compleja, alejado de su familia, su país y sus amigos. Su mayor temor es morir en soledad, lejos de España, lo que consideraría una humillación. La infanta Elena, al estar tan cerca de él, es consciente de la gravedad de su situación.
La creciente preocupación por la salud y el bienestar de Juan Carlos I
El estado de salud del emérito ha empeorado considerablemente en los últimos años. La infanta Elena ha sido quien ha comunicado a su hermano Felipe VI sobre las dificultades físicas que enfrenta su padre. Juan Carlos I, con serios problemas de movilidad derivados de una caída en Botswana hace más de una década, ha sido intervenido en numerosas ocasiones, pero los resultados no han sido los esperados. La artrosis ha avanzado rápidamente, y actualmente su pierna izquierda está prácticamente inmóvil.
El emérito ha sido informado por los médicos que probablemente pasará el resto de sus días en una silla de ruedas, una noticia que lo ha afectado profundamente. Su estado emocional también ha empeorado, y su hija teme que pueda estar desarrollando una depresión. Ante esta situación, la infanta Elena ha solicitado la intervención de Felipe VI, pidiendo que se haga todo lo posible para que su padre regrese a España o a un lugar cercano. La presión familiar aumenta, pues la salud de Juan Carlos I continúa deteriorándose, y su hija no puede evitar sentirse cada vez más preocupada por su bienestar.