La infanta Elena silencia un caso de alcoholemia grave en la familia real

Tensión en la familia real por un episodio que sigue generando controversia

La infanta Elena silencia un caso de alcoholemia grave en la familia real

La infanta Elena lleva años ejerciendo de escudo de su padre. Lo ha protegido incluso en sus momentos más oscuros. Uno de los más graves ocurrió hace más de una década, en Botsuana. Era la época en la que Juan Carlos I vivía su declive. Corinna Larsen, entonces su pareja, relató el incidente en su podcast Corinna y el rey.

Según su testimonio, tras una jornada de caza, el emérito celebró la muerte de un elefante con una cena llena de alcohol. Bebieron tanto que agotaron las existencias. Juan Carlos terminó tan borracho que apenas podía caminar. En plena madrugada, intentó volver a su cabaña. Tropezó, cayó al suelo y no pudo levantarse por sí solo. Dos personas tuvieron que llevarlo a la cama.

A la mañana siguiente, el rey no recordaba nada. Corinna descubrió que tenía una fuerte hemorragia. Aun así, ni la Casa Real ni el Gobierno autorizaron su traslado inmediato a un hospital en España. El escándalo debía evitarse a toda costa.

Juan Carlos I

Elena, el último bastión del emérito

En este episodio, la infanta Elena poco pudo hacer. Pero no ha sido siempre así. Ha silenciado muchas otras situaciones incómodas. Lo ha hecho por lealtad y por convicción. Considera que su padre ha sido humillado. Para ella, la abdicación fue castigo suficiente. El exilio, una humillación innecesaria. Esta actitud le ha causado más de una bronca con su hermano Felipe VI. El actual monarca mantiene distancias claras con el pasado. Quiere una monarquía renovada, sin sombras. Pero Elena no lo comparte. Y eso ha tensado su relación.

El episodio de Botsuana fue uno de los últimos avisos. Juan Carlos I tenía un problema serio con el alcohol. Llegó a decir, mientras seguía bebiendo en el avión de vuelta: “Yo soy el rey de España y hago lo que me da la gana”. Palabras que definen toda una época. La infanta Elena, fiel hasta el final, ha intentado limpiar esa imagen. Pero la historia pesa. Y los secretos, aunque se oculten, siempre terminan saliendo a la luz. Pero ni el silencio de Elena ni el poder de la corona han podido borrar las huellas de una caída que marcó el fin de una era.