La infanta Elena sufre oniomanía, un trastorno diagnosticado en la adolescencia

La vida de la infanta Elena, marcada por desafíos personales y emocionales desde su infancia

La infanta Elena sufre oniomanía, un trastorno diagnosticado en la adolescencia

La infanta Elena, primogénita de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía, lleva años arrastrando una lucha silenciosa: la oniomanía, un trastorno que consiste en la compra compulsiva. Un diagnóstico que recibió en su adolescencia, cuando su comportamiento frente al consumo comenzó a alarmar a su entorno.

Desde pequeña mostró una fuerte inclinación por comprar sin control, especialmente a través de la teletienda. Lo hacía de noche, en secreto, adquiriendo productos innecesarios que terminaban guardados en trasteros. Su obsesión era tal que llegó a involucrar a los hermanos Fuster, amigos cercanos de la familia, para que recogieran los paquetes y su familia no se enterara.

Una infancia marcada por la presión y el desamor

La infancia de doña Elena no fue fácil. La relación entre sus padres era más una obligación institucional que un vínculo afectivo. Mientras la reina Sofía luchaba por mantener una familia unida, Juan Carlos I seguía manteniendo relaciones con otras mujeres. Ese ambiente afectó a sus hijos, especialmente a Elena, quien acudió desde muy joven al psicólogo.

Infanta Elena

 

Además, sufrió importantes dificultades académicas. Necesitó profesores particulares para poder seguir el ritmo, en especial en matemáticas. Aunque destacaba en idiomas, la presión era enorme. Vivía exigida, con una rutina estricta y sin un entorno emocional equilibrado. Fue en ese contexto cuando comenzaron las primeras señales del trastorno. A los ocho años ya mostraba una clara necesidad de comprar para sentirse mejor. El acto de adquirir objetos le generaba una sensación de alivio momentáneo, aunque luego apareciera la culpa.

La adicción que nunca desapareció

Con los años, la infanta Elena no logró superar del todo su adicción. Aún hoy sigue comprando artículos por internet que rara vez utiliza. La oniomanía es una adicción psicológica comparable al alcoholismo o la ludopatía. Provoca ansiedad, insomnio, irritabilidad, y una fuerte pérdida de control.

Aunque su caso se ha mantenido fuera del foco mediático durante décadas, recientes revelaciones han vuelto a poner el tema sobre la mesa. La realidad es que la infanta Elena convive con un trastorno que, aunque silencioso, afecta profundamente su bienestar emocional y su día a día. Una historia que muestra que, incluso dentro de la realeza, los problemas mentales y las adicciones no entienden de títulos.