La infanta Elena y su hermano, la relación pasa por un momento muy complicado
El posicionamiento de Elena con Juan Carlos I, ha molestado al Rey
La relación entre la infanta Elena y su hermano Felipe VI está atravesando un momento extremadamente delicado. Lo que en el pasado eran diferencias familiares contenidas se ha convertido en un enfrentamiento que amenaza con dejar cicatrices profundas. La situación tiene su origen en la postura que Elena adoptó respecto a las memorias de su padre, Juan Carlos I, y se ha visto agravada con los rumores sobre la posible adaptación de estas memorias en forma de serie para Netflix.
Desde el principio, Felipe VI se mostró tajante: no quería que el contenido de las memorias ni su versión en pantalla tuvieran cabida, consciente del impacto que podrían tener sobre la imagen de la Casa Real. Incluso pidió explícitamente a Elena que intercediera y frenara los planes de su padre, tratando de mantener bajo control un asunto que considera dañino para la monarquía. Pero la primogénita de los reyes eméritos decidió posicionarse junto a su padre, ignorando por completo las advertencias de su hermano y animándolo a seguir adelante.
La relación entre hermanos está rota
Este choque de posturas no solo ha tensado la relación, sino que ha generado semanas de silencio entre Elena y Felipe VI. Según fuentes cercanas a la familia, el rey está profundamente molesto y decepcionado, y la distancia entre ambos no deja ver señales de reconciliación. Aunque finalmente no se producirá la serie de Netflix, el solo hecho de que haya surgido la idea ha encendido aún más los ánimos. Para Felipe, todo esto podría haberse evitado si su hermana hubiera escuchado sus advertencias y hubiera mantenido a su padre alejado de proyectos mediáticos que considera perjudiciales.
Lejos de ser un conflicto aislado, esta situación ha exacerbado las tensiones que venían acumulándose desde hace tiempo. La relación entre Elena y Felipe VI ya mostraba signos de distancia y fricciones, pero el episodio de las memorias y el fantasma de Netflix ha convertido esa tensión en un problema abierto, que afecta directamente a la dinámica familiar y genera un clima de malestar constante.
Así pues, la relación entre la infanta Elena y Felipe VI está más tocada que nunca. Lo que parecía un desacuerdo puntual se ha transformado en una herida profunda, y la familia deberá trabajar mucho si quiere evitar que este conflicto se convierta en una brecha irreparable.
