La infanta Sofía está recibiendo ayuda psicológica por un desengaño amoroso

La ruptura deja rota a la infanta Sofía

La infanta Sofía está recibiendo ayuda psicológica por un desengaño amoroso

Lo que parecía una despedida alegre de Gales ha terminado siendo un verano complicado para la infanta Sofía. La hija menor de Felipe VI y Letizia ha regresado a Zarzuela con más heridas internas de las que muchos imaginaban. Y no tienen nada que ver con las notas ni con los exámenes finales de su etapa en el Atlantic College de Gales.

El verdadero motivo de su tristeza tiene nombre propio, aunque de momento permanecerá en silencio. Sucedió en Gales, durante los últimos compases del curso, con una persona con la que Sofía compartía risas, confidencias y, al parecer, algo más profundo que una amistad. Fue un vínculo que la llenó de ilusión durante meses, la distrajo de la presión de ser “la hija menor de los reyes de España” y le permitió sentirse una adolescente normal, lejos de la rigidez de Zarzuela. Pero ese vínculo se rompió antes de acabar el curso. Y con él, también se rompió una parte de Sofía.

Sofia

La infanta Sofía ha quedado rota

Quienes conocen a Sofía aseguran que no es fácil verla así. Aseguran que lo compartía todo con esa persona. Desde el entorno de Sofía reconocen que la infanta está “muy tocada”. No hay llantos públicos, ni escenas dramáticas, pero hay silencios prolongados, mensajes que ya no llegan y miradas perdidas al móvil que no suena. En Zarzuela ya se imaginaban que este verano no iba a ser sencillo, pero no esperaban que la infanta Sofía regresara con el corazón roto. Por eso, ha retomado las sesiones con el equipo de psicólogos que la ha acompañado desde pequeña, buscando una forma de recomponerse antes de emprender su próxima etapa fuera de España.

Sofía quería olvidar, pero no puede hacerlo de golpe. Quería volver a ser esa adolescente que sonreía con facilidad, pero se le ha quedado una sombra en la mirada. Mientras tanto, en palacio se habla de proyectos de futuro, de nuevos destinos académicos y de viajes de verano, pero Sofía sigue luchando con sus recuerdos, con esa mezcla de dolor y nostalgia que solo un primer desengaño amoroso puede dejar.

Y es que no importa cuántas coronas te rodeen o los privilegios que se tengan. El primer desamor siempre deja cicatrices, incluso en una infanta de España.