La infanta Sofía está siendo tratada por el equipo médico de Casa Real por problemas que fueron a más en Gales

La libertad de Gales le sentó muy mal a la infanta Sofía

La infanta Sofía está siendo tratada por el equipo médico de Casa Real por problemas que fueron a más en Gales

A lo largo de una gran parte de su vida, la infanta Sofía ha sido incapaz de comer lo que realmente le apetecía. Cuando estaba en Zarzuela, el control de su madre sobre su alimentación era tal, que solamente podía comer ciertas cosas aprobadas por una Letizia que tenía completamente vetado el acceso de alimentos fritos, grasos, ultraprocesados y todo lo que ella considerase sano. La Reina no entendía de ceder y nunca dio luz verde a que sus dos hijas disfrutaran de algún tipo de comida que no fuera completamente natural y sana. Sin embargo, esa restricción, lejos de generar un hábito, acabó provocando que las jóvenes desarrollaran la necesidad de probar y descubrir lo que se siente al comer todo eso que tenían completamente prohibido.

Es ahí donde comienza el problema. La libertad no le ha sentado nada bien a la infanta Sofía, la joven descubrió en Gales lo que se siente al poder elegir libremente lo que comer. Y por algún casual, la elección de la hija menor de los Reyes de España nunca fueron esas ensaladas o comidas insulsas que le daban en Zarzuela. Siempre apostaba por comida rápida, dulces y fritos. Lo que le acabó provocando un problema importante de alimentación al que ahora hay que poner arreglo de forma urgente.

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Letizia, consternada por el aspecto de Sofía

A pesar de que, para nada es una situación límite, fuentes cercanas a Zarzuela aseguran que Letizia está obsesionada con hacer que su hija pequeña pierda peso lo antes posible. No entiende que haya perdido el control de esta manera y necesita recuperar la mejor versión física de Sofía. Es por esto que ya ha contratado a endocrinos y nutricionistas para poner a dieta a la infanta y devolverla a un estado físico aceptable. Un objetivo del que se alejó mucho a lo largo del pasado año en Gales.

De este modo, el plan de la Reina es el de devolver a su hija a su peso ideal antes de que comience el próximo curso universitario. No quiere que se vaya sin estar en perfectas condiciones. Es por esto que todo el verano ha estado controlada y lo va a seguir estando durante septiembre.

Así pues, después de un año de descontrol absoluto en Gales, la infanta Sofía ha comenzado a ser sometida a un control exhaustivo en su alimentación. Todo por orden directa de una Letizia que no quiere a sus hijas pasadas de peso.