La infanta Sofía está siendo tratada por problemas con la comida que empezaron en Gales

La libertad no le ha sentado especialmente bien a Sofía

La infanta Sofía está siendo tratada por problemas con la comida que empezaron en Gales

Si ha habido algo en lo que Letizia ha sido siempre una madre sumamente —y a veces de forma excesiva— estricta, ha sido en el tema de la alimentación de sus hijas. La Reina de España considera que la base de una persona sana pasa por una alimentación cuidada a rajatabla, sin lugar al más mínimo fallo y sin permitir que entre una caloría de más. Según ella, esta es la fórmula del éxito y la forma de asegurarse de que sus hijas crecieran como dos jóvenes sanas. De hecho, Leonor y la infanta Sofía no sabían lo que era la bollería industrial, los fritos y cualquier otro ultraprocesado. En Zarzuela solo se comían cosas sanas y naturales.

Sin embargo, como ya se ha demostrado, este tipo de educación no es la ideal para concienciar a los jóvenes, la prohibición es lo que menos acaba funcionando. Y así ha acabado resultando con la infanta Sofía. La hija menor de los Reyes de España descubrió la libertad en Gales y ahí comenzó a probar todo aquello que le había sido prohibido durante tantos años. Dejando en muy mal estado la salud física de una Sofía que ha hecho que Letizia quede muy decepcionada.

Sofia

Zarzuela contrata personal específico para Sofía

Consciente de que no puede permitir que la infanta Sofía mantenga este estilo de vida tan insano, Letizia ha llegado a la conclusión de que debe contratar un equipo especializado en dietética para su hija. De este modo, tiene de forma diaria un menú completamente pautado y centrado en mantener una dieta equilibrada y sana para la infanta Sofía. Una decisión que ha hecho que, con el tiempo, haya recuperado la línea y se haya vuelto a acostumbrar a comer bien.

Sin embargo, la realidad es que estos problemas no son culpa de la infanta Sofía, sino que vienen de mucho más atrás. Los psicólogos tienen claro que esa falta de control viene como respuesta a la represiva educación que le dio una Letizia que se encargó de prohibirlo absolutamente todo y de hacer que su hija desarrollara una necesidad de probar y disfrutar de todo lo malo.

Así pues, después de los desequilibrios alimenticios de Gales, la infanta Sofía ha recuperado el buen camino y ha vuelto a comer sano y a tener una buena relación con la comida.