La infanta Sofía llega desatada de Gales, sale de jueves a domingo, fiestas privadas

Ya no es ninguna sorpresa que cuando uno sale de Zarzuela su vida cambia por completo. Y lo curioso es que suele hacerlo para bien. En este sentido, según cuentan personas cercanas a la familia real, la infanta Sofía es la que más ha aprovechado su vida lejos de las garras de Letizia, que se ha dedicado a tener bajo un control enfermizo a sus dos hijas, las cuales apenas han sido capaces de disfrutar de su adolescencia y de su infancia, las cuales quedaron completamente marcadas por las malas formas de una Letizia que nunca permitió que sus hijas supieran lo que era la libertad.

En este sentido, no ha habido nada mejor en la vida de Leonor y de la infanta Sofía que el hecho de haber podido estudiar el bachillerato internacional en Gales. Fue ahí donde, primero Leonor y posteriormente Sofía, descubrieron lo que se siente al ser libres por primera vez, al no tener que responder constantemente ante su madre y al hecho de disfrutar de la vida como nunca antes lo habían podido hacer. Sin embargo, eso llevó a Sofía a pasar por una serie de malas costumbres.

La disciplina de la infanta Sofía brilla por su ausencia

A pesar de que recibió una educación realmente estricta, la infanta Sofía nunca ha sido una estudiante ejemplar ni modélica. La realidad es que la hija menor de los reyes de España ha sido bastante mediocre en cuanto a los resultados académicos. Sin embargo, lo que no fue mediocre fue la vida nocturna que se pegó en Gales, donde iba de fiesta en fiesta y comenzó a juntarse con unas compañías que le enseñaron todo lo que había en la noche de Gales.

De esta forma, al acabar su paso por Gales, la infanta Sofía no ha querido dejar esa vida que tanto le gustaba. Disfruta como nadie de salir de fiesta y ahora, en España, hace de todo. Sale el jueves y no vuelve a casa hasta el domingo en la noche. Pasa por los mejores locales nocturnos de España y es invitada a auténticos fiestones privados. Un estilo de vida que llevará solamente durante el verano y que le gusta mucho.

Así pues, el paso por Gales ha servido para que la infanta Sofía conozca lo que es vivir en plena libertad. Algo que nunca pudo ni imaginar cuando vivía en Zarzuela.