La infanta Sofía vuelve a recaer del mismo vicio que ya le causó graves problemas en Zarzuela

La infanta Sofía y su regreso a un antiguo hábito que preocupa en Zarzuela

La infanta Sofía vuelve a recaer del mismo vicio que ya le causó graves problemas en Zarzuela

La infanta Sofía ha vuelto a caer. Y no hablamos de una travesura adolescente o un escándalo de protocolo. Su “pecado” es mucho más cotidiano: la comida no saludable. A pesar de los esfuerzos de la reina Letizia por mantener una alimentación estrictamente healthy en Zarzuela, parece que Sofía ha vuelto a ceder ante su debilidad más conocida: el pantrucu.

Este embutido asturiano, también llamado emberzao, se ha convertido en su perdición. Ya en su infancia, su afición por este manjar típico causó más de un quebradero de cabeza en palacio. La reina, muy estricta con la alimentación de sus hijas, se encontró más de una vez teniendo que negociar con Sofía para limitar su consumo. Pero ahora, en Gales, lejos del ojo constante de su madre, la infanta ha retomado con fuerza ese gusto tan asturiano.

Desde Oviedo a Gales, el pantrucu la persigue

Todo comenzó con un inocente comentario de su hermana, la princesa Leonor, durante su discurso en los Premios Princesa de Asturias. Mientras hablaba con cariño de los sabores de su tierra, desveló que, aunque a ella le encantan los oricios (erizos de mar), su hermana es “más de pantrucu”. Una confesión que provocó sonrisas… y quizás alguna mirada preocupada en Zarzuela.

Infanta Sofía y Leonor

Porque el pantrucu, aunque delicioso, no es precisamente ligero. Elaborado con sangre de cerdo, harina de maíz, cebolla y especias, es un plato contundente que desafía cualquier dieta saludable. En Gales, donde la infanta estudia, fuentes cercanas aseguran que Sofía ha encontrado formas de seguir disfrutándolo. Al parecer, ha pedido que le envíen desde Asturias pequeñas remesas, que comparte con algunos compañeros curiosos por probar la “delicatessen real”.

Lejos de ser una simple anécdota, este gusto por el pantrucu reabre un viejo debate en la familia real: ¿hasta qué punto deben los jóvenes Borbones mantener una dieta estricta cuando están lejos de casa? Por ahora, parece que Sofía ha decidido darse un capricho… aunque eso le cueste alguna regañina materna cuando vuelva a casa. Al fin y al cabo, incluso la realeza tiene sus debilidades… y la de Sofía huele a morcilla asturiana recién hecha.