La reina Sofía, muy mal en Grecia, su hermana empeora en las últimas horas
El empeoramiento de Irene de Grecia es terrible
El estado de ánimo de la reina Sofía atraviesa uno de sus momentos más delicados. La emérita ha viajado a Grecia para acompañar a su hermana Irene, cuya salud se ha deteriorado de manera alarmante en los últimos días. La enfermedad que arrastra desde hace años ha avanzado hasta límites devastadores, dejando a su entorno en una profunda preocupación.
La relación entre Sofía e Irene siempre fue inseparable. Unidas desde la infancia, compartieron una complicidad que iba más allá de lo fraternal. Sofía siempre encontró en su hermana un apoyo incondicional frente a los momentos más duros de su vida personal y en los desencuentros con Juan Carlos I. Ahora, cuando Irene se encuentra en una fase crítica de su enfermedad, la reina emérita permanece a su lado sin separarse ni un instante para devolverle todo lo que le dio durante tantos años.

Irene de Grecia, de mal en peor
La realidad es desgarradora. Irene de Grecia ya no conserva recuerdos básicos, ha olvidado incluso su propio nombre y apenas logra comunicarse. La enfermedad la mantiene postrada, y cada pequeño retroceso se convierte en un golpe para Sofía, que vive la situación con una mezcla de tristeza, impotencia y desgarro emocional. En las últimas apariciones públicas se la ha visto rota, incapaz de contener las lágrimas sin ser capaz de guardar la compostura ante el drama que está viviendo.
Y es que lo que antes era compañía y refugio, ahora se ha transformado en una despedida amarga. La familia, consciente de que el tiempo juega en contra, se ha reunido en Grecia para acompañarla en sus últimos momentos de lucidez. La reina Sofía, en particular, no se ha separado de ella, sabiendo que cada instante puede ser el último.
Así pues, la imagen de fortaleza que Sofía siempre quiso proyectar se quiebra frente a la enfermedad de Irene. Sus hijos temen que este dolor termine por pasarle factura también a ella. Mientras tanto, la Casa Real mantiene silencio absoluto, pero la verdad es que el deterioro de Irene de Grecia ha colocado a la reina Sofía en una de las etapas más duras y solitarias de su vida.