La reina Sofía separó a su hijo cuando supo que era adicta a las drogas

La decisión de la reina Sofía que cambió el rumbo de Felipe VI

La reina Sofía separó a su hijo cuando supo que era adicta a las drogas

La historia de la relación entre Felipe VI e Isabel Sartorius ha sido uno de los episodios más complejos y poco conocidos de la vida del actual rey de España. En los años finales de la década de los 80, la joven Sartorius, que era hija de la aristocracia española y argentina, vivió un romance secreto con el entonces príncipe Felipe. A pesar de la presión mediática y de su juventud, ambos lograron mantener su relación alejada de los focos durante algún tiempo. Sin embargo, lo que parecía un amor oculto con tintes románticos terminó siendo un punto de inflexión en la vida de Felipe VI debido a la intervención de su familia.

El secreto detrás de la relación

La relación de Felipe con Isabel Sartorius comenzó en 1989 durante un evento en Madrid, y fue un amor que se vivió en la más estricta clandestinidad. Sin embargo, la joven Sartorius, que tenía una vida familiar complicada, pronto se vio atrapada en la exposición pública tras la filtración de fotos suyas con Felipe.

Isabel Sartorius

La joven, de origen aristocrático pero con un oscuro trasfondo relacionado con su madre, quien estaba siendo investigada por presuntos vínculos con el tráfico de drogas, comenzó a recibir una presión desmedida. Su vida familiar, marcada por la codependencia con su madre, también estaba lejos de ser ideal, ya que en su adolescencia, Sartorius reconoció haber sido parte de un círculo donde la droga jugó un papel significativo.

La decisión de la reina Sofía

Cuando la reina Sofía tuvo conocimiento del oscuro pasado de Isabel Sartorius, especialmente acerca de las revelaciones sobre las adicciones de su madre, no dudó en intervenir. Para la familia real, la imagen y la reputación del príncipe Felipe eran primordiales, y cualquier vínculo con situaciones que pudieran empañar su imagen pública era inaceptable. En este contexto, la reina Sofía obligó a Felipe a distanciarse de Isabel. La decisión fue tajante, y aunque la ruptura fue explicada como una consecuencia de la juventud y las circunstancias, la intervención de la reina tuvo un impacto decisivo.

La familia real, encabezada por los reyes eméritos, no veía con buenos ojos una posible unión entre Felipe e Isabel, ya que no solo había aspectos relacionados con la imagen de la familia, sino también con el peligro que implicaba la situación personal de Sartorius. El fin de la relación ocurrió en el verano de 1991, y aunque los motivos fueron presentados de manera oficial como una cuestión de madurez, la influencia de la reina Sofía fue fundamental en este desenlace.