Las últimas voluntades de la reina Sofía rompen la norma
La mayor preocupación de la emérita es no estar cerca de Juan Carlos I
La vida de la reina Sofía ha sido lo más similar a una penitencia constante. La madre de Felipe VI ha tenido que aguantar todo tipo de faltas de respeto y de humillaciones por parte de su marido, el cual le ha hecho la vida completamente imposible desde el momento en el que se casaron. Las infidelidades se cuentan por miles y no ha habido ni una sola muestra de afecto por parte de ninguno de los dos en décadas. Lo que ha llevado a la reina Sofía a pasar una vida llena de dolor emocional y en la que lo último que quiere es estar cerca de su marido.
De hecho, el odio por parte de Doña Sofía hacia su marido ha llegado a un punto en el que ni después de su muerte quiere tenerlo cerca. Lo que la ha llevado a dejar muy claras sus últimas voluntades y cómo quiere que sean satisfechas, a pesar de no ser las más dignas de una persona que forma parte de la Casa Real. De hecho, estas peticiones rompen la norma por completo.
La reina Sofía quiere descansar en su lugar favorito
La realidad es que si ha habido algo que ha enamorado por completo a la reina Sofía, eso ha sido el Mediterráneo. La emérita ha disfrutado como nadie de las aguas que bañan las costas de España, Italia y de Grecia, es donde ha sido más feliz y quiere que, una vez haya fallecido, le permitan descansar eternamente flotando por esas aguas. Es decir, que quiere ser incinerada y que sus cenizas sean lanzadas al Mediterráneo. No hay una forma más poética y bonita de acabar una vida.
El plan inicial de Juan Carlos I era que su esposa fuera enterrada junto a él en El Escorial, junto al resto de los Borbón. Una idea que genera pesadillas a la reina Sofía, que lo último que quiere es tener que pasar el resto de la eternidad descansando al lado de un hombre al que ha odiado con todas sus fuerzas. De hecho, Sofía espera que su muerte le traiga esa paz que no ha podido disfrutar en vida.
Así pues, Felipe VI ya sabe la forma en la que su madre quiere que se la despida: con sus cenizas circulando por las aguas del Mediterráneo.
