Leonor ha estado confinada en Elcano durante dos días

La travesía de Leonor a bordo del Juan Sebastián de Elcano enfrenta imprevistos que podrían cambiar el curso de su formación

Leonor ha estado confinada en Elcano durante dos días

El pasado 11 de marzo se cumplieron dos meses desde que la princesa Leonor embarcó en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano como parte de su formación militar. Sin embargo, la experiencia está resultando más dura de lo previsto. La heredera al trono ha sufrido mareos constantes, náuseas y malestar generalizado debido a la cinetosis, un trastorno común en quienes no están acostumbrados a la navegación.

Este problema le ha impedido cumplir con normalidad algunas de sus obligaciones a bordo. Según apuntan diferentes fuentes, la princesa tuvo que permanecer confinada en su camarote durante dos días debido a la intensidad de los síntomas. Durante ese tiempo, se perdió clases teóricas y varias guardias, algo inusual en una formación tan estricta como la que reciben los alumnos de la Armada.

La situación ha generado preocupación en Zarzuela, ya que, aunque es común que los nuevos tripulantes sufran mareos en los primeros días, en el caso de Leonor los síntomas han persistido durante semanas. Esta dificultad para adaptarse ha llevado incluso a especular sobre un posible apoyo adicional por parte de su familia.

Leonor

Posible intervención de la Casa Real

El estado físico de la princesa ha puesto en duda su continuidad en la travesía. Aunque su determinación por completar la formación es firme, fuentes cercanas a la Casa Real han sugerido que, si los síntomas no mejoran, la reina Letizia podría viajar a alguna de las próximas escalas en Chile o Perú para evaluar su estado de salud y brindarle apoyo moral.

Además, se baraja la posibilidad de que Leonor obtenga un permiso especial para ausentarse temporalmente del buque con motivo del cumpleaños de su hermana Sofía el 29 de abril. Este breve descanso podría servirle para recuperarse antes de reincorporarse a la travesía.

A pesar de las dificultades, la princesa ha demostrado compromiso con sus deberes, asistiendo a actos oficiales como la jura de bandera en Montevideo, Uruguay. No obstante, su capacidad para resistir las exigencias del Elcano sigue siendo una incógnita. Mientras tanto, su evolución continuará siendo observada de cerca tanto por la Armada como por la Casa Real.