Leonor ha heredado una malformación por la que se somete a revisiones continuadas
Letizia tuvo miedo por los problemas hereditarios de Leonor.
Si hay algo que forma parte de la familia Borbón, eso son los problemas de salud que han ido pasando de generación en generación. A la vista salta que Leonor es nieta de Juan Carlos I. Solo hace falta ver sus facciones y cómo su rostro tiene cierta semejanza con el de su abuelo. Especialmente en la nariz. Sin embargo, como hemos comenzado diciendo, el aspecto no es lo único que Leonor se ha llevado de la rama de los Borbón. También lo ha sido una enfermedad que le ha provocado una delicada malformación en la boca que la obliga a acudir de forma rutinaria al médico para ser tratada y revisada.
En este sentido, tal y como hemos podido saber, el problema que Leonor tiene desde el día en el que nació se llama agenesia, y en su caso es un problema de origen hereditario. Dicha malformación se caracteriza por provocar que aquellos que la padecen no vean desarrollarse sus colmillos superiores por la ausencia de su tejido primordial, causando así una apariencia visiblemente diferente a la de una persona normal. Afortunadamente, este problema es de muy fácil solución.

A los 18 años Leonor fue intervenida
De hecho, nada más cumplir la mayoría de edad, Leonor, con el beneplácito de Letizia y de Felipe VI, se sometió a una operación mediante la cual se le aplicaron unos implantes para eliminar una malformación que había generado varias inseguridades en el día a día de una Leonor que ahora ya luce mucho más segura de ella misma y no tiene miedo a sonreír, hablar o comer en público. Ya se siente libre y puede vivir con normalidad.
La intervención médica fue fundamental para que Leonor no acabara sufriendo de unos importantes problemas en la boca. Y es que malformaciones de este tipo, si no son tratadas con un mínimo de celeridad y eficacia, pueden acabar suponiendo un grave problema para la estructura ósea de la boca de quienes padecen esta enfermedad, lo que puso muy nerviosa a Letizia.
Así pues, por herencia de su familia Borbón, Leonor tuvo que ser intervenida para aplicarle una serie de implantes en los colmillos superiores de su boca, donde antes de los 18 años tenía un notable hueco.