Leonor ha pasado el fin de semana de fiesta fuera de España

Leonor aprovecha la recta final del verano

Leonor ha pasado el fin de semana de fiesta fuera de España

El verano se acaba y Leonor ha querido apurarlo al máximo. La heredera al trono ha pasado el fin de semana de fiesta fuera de España, rodeada de amigos y disfrutando de esos últimos instantes de libertad antes de volver a Madrid. El próximo 1 de septiembre deberá ingresar en la Escuela Aérea y Espacial de San Javier, en Murcia, y sabe que, a partir de ahí, las exigencias serán aún mayores.

La princesa viene de un curso agotador. Tras completar con éxito su formación en la Armada, ha reconocido que ha sido el año más duro que recuerda. Jornadas interminables, disciplina de hierro y meses de distancia de su familia han marcado su día a día. A sus 19 años, Leonor carga sobre los hombros una preparación que no se parece en nada a la de una joven común de su edad. Y precisamente por eso busca cada hueco para sentirse libre.

Leonor

Amistades que se llevan a Leonor de fiesta

Lejos de Zarzuela, la princesa ha encontrado en sus amigos el refugio perfecto. Son ellos quienes la acompañan en estos días de desconexión, algunos de ellos compañeros de la Escuela Naval de Marín, donde forjó amistades que conserva intactas. Entre ese grupo está también su pareja actual, con quien comparte confidencias y planes que se mueven entre la discreción y la complicidad. No es extraño que elija salir fuera de España: es la única manera de no vivir bajo el escrutinio constante de miradas ajenas.

En casa, la situación es bien distinta. Letizia soñaba con tener a su hija más cerca este verano, después de tantos meses sin verla. Sin embargo, Leonor ha preferido marcar su propio camino. Se escapa cada vez que puede, ya sea en un yate con sus amigos, en una escapada a Gales para visitar a antiguos compañeros del internado o incluso planeando un viaje a Nueva York para reencontrarse con Gabriel, aquel amor de adolescencia que nunca terminó de desaparecer de su vida.

Así pues, la princesa ha demostrado que no quiere ser prisionera del protocolo ni de las paredes de Zarzuela. Antes de volver a vestirse de uniforme en Murcia, ha elegido ser, aunque sea por unos días, una joven que vive, ríe y disfruta sin rendir cuentas a nadie.