Leonor no aguanta al amante de su madre

Leonor afronta su formación militar mientras lidia con tensiones familiares en Zarzuela

Leonor no aguanta al amante de su madre

La princesa Leonor encara la recta final de su formación militar, después de haber pasado por la Academia de Tierra y por la Escuela Naval. Ahora continúa su preparación en el Ejército del Aire, donde recibirá la última de las condecoraciones previstas en su itinerario. Cuando termine, se convertirá en la primera mujer en alcanzar el máximo rango dentro de las Fuerzas Armadas y quedará lista, al menos institucionalmente, para asumir el papel de heredera cuando llegue el momento.

No ha sido un camino sencillo. La princesa nunca mostró especial entusiasmo por las armas ni por la disciplina castrense, y aun así ha ido superando cada etapa con esfuerzo, apoyos y la evidente voluntad de proyectar una imagen sólida. Su gran prueba será ahora: por primera vez deberá enfrentarse al pilotaje, un reto mayor si se tiene en cuenta que siempre se ha comentado su aprensión a las alturas.

Aun así, esta etapa tiene un aspecto positivo para ella: la distancia. Pasar largos periodos fuera de Zarzuela le ofrece algo que valora cada vez más: espacio propio. En los últimos años, su relación con la reina Letizia se ha vuelto más tensa. Leonor quiere desarrollar su carácter, tomar decisiones y vivir con algo de libertad, mientras que su madre insiste en preservar una imagen impecable, controlando cada movimiento, cada gesto y cada exceso. Ese choque genera fricción, y la formación militar, paradójicamente, le está dando aire.

Letizia

Tensiones familiares y una figura incómoda

La frialdad entre madre e hija no se limita al estilo de vida. También afecta al entorno personal de la reina. Desde hace tiempo circulan rumores sobre la vida privada de Letizia, siempre envueltos en especulación mediática y sin confirmación oficial. Algunas voces sostienen que la reina mantiene amistades muy estrechas, e incluso relaciones sentimentales, que no terminan de encajar en la dinámica familiar actual.

Según estas versiones, habría un hombre que ocupa un espacio significativo en la vida de Letizia. Y es precisamente esa presencia la que genera incomodidad en Leonor. No lo siente cercano, no existe complicidad y su presencia le resulta forzada. Para la princesa, que vivió de forma muy distinta la relación con otras personas del pasado de su madre, este nuevo acompañante es un elemento extraño, casi intruso.

Por eso, cada jornada que Leonor pasa dedicada a su formación militar es también un respiro emocional. Un tiempo para ordenar ideas, marcar distancia y mantenerse al margen de unas tensiones familiares que, cada día, pesan un poco más en su vida privada.