Leonor no se presenta a las pruebas físicas en la cubierta del Elcano

El estado físico de la Princesa de Asturias no está al nivel exigible

Leonor no se presenta a las pruebas físicas en la cubierta del Elcano

Mantenerse en buena forma física es una parte indispensable para el personal del Ejército de España. En este sentido, también lo es en el Elcano, donde las pruebas físicas y los ejercicios forman parte del día a día de todos los integrantes de la tripulación. Sin embargo, como ya se ha convertido en una desafortunada costumbre, Leonor no tiene ni la más mínima intención de participar en unas pruebas en las que sabe que quedaría en evidencia frente a los resultados de los demás guardiamarinas, quienes llevan mucho más tiempo trabajando en todos los aspectos necesarios para tener una buena carrera militar.

De este modo, y aprovechando, como siempre, su posición de extremo privilegio sobre sus compañeros, Leonor ha optado por no presentarse a ninguna de las pruebas físicas a las que son sometidos los tripulantes del Elcano. La Princesa de Asturias alega que lo hace por orden directa de sus padres, que no quieren que se ponga en situaciones de riesgo, como puede ser ejercitarse en la cubierta del barco, donde los resbalones están a la orden del día.

Leonor

Leonor está lejos de la forma física exigible

En este mismo sentido, quienes conviven con Leonor saben que, como ha sucedido durante toda su vida, la Princesa de Asturias no destaca por ser un prodigio físico. Si bien es cierto que en los estudios siempre ha sido brillante, la realidad es que cuando las cosas pasan al terreno físico, Leonor sufre como nadie. No le gusta el deporte y lo demuestra con su reticencia a practicar cualquier actividad que implique romper a sudar en algún momento. Por ello, en las mañanas, cuando toca hacer ejercicios matinales, Leonor opta por dormir unas cuantas horas más que el resto.

Como es de esperar, a nadie le gusta esta actitud por parte de una Leonor que actúa como una niña malcriada. Hace lo que quiere porque sabe que nadie le va a decir nada. Se sabe superior al resto y nunca ha dudado, ni dudará, en aprovecharlo todo y usar su puesto de Princesa de Asturias a su favor.

Así pues, en el Elcano ya ven que nada ha cambiado en una Leonor que sigue comportándose como quiere y haciendo lo que le viene en gana, cuando le viene en gana. Ni se plantea ser una más dentro de la tripulación. Y es que, por algo, es quien es.