Leonor pierde las formas la madrugada del sábado al domingo en Ceuta

La fragata Blas de Lezo atracó en Ceuta durante la mañana del pasado sábado, en la que fue una de las primeras paradas en la travesía que Leonor va a realizar para así dar por zanjada su formación en el ejército de mar. En este sentido, con la parada en Ceuta, fue que se puso fin a 18 años en los que ni un solo miembro de la Casa Real en la ciudad autónoma. Lo que marca un hito importante en el currículum de una Leonor que, como ya es costumbre, volvió a destacar por sus malos comportamientos.

Y es que, para la Princesa de Asturias, cada vez que pisa tierra firme, es fundamental salir de noche por la ciudad de turno para celebrarlo. En este caso le tocó a Ceuta, donde Leonor, junto a varios de sus compañeros, optó por disfrutar de la noche. Una decisión que resultó no ser la más acertada de todas. Pues, como ya es normal, la velada no acabó de la forma que Leonor hubiera esperado o deseado.

Leonor vive con pánico a las fotos de terceros

Después de lo sucedido en Uruguay y Chile, donde fue fotografiada sin que nadie se diera cuenta. Leonor se ha obsesionado con que nadie le saque ni una foto en ningún momento. Esto llevó a que todos los escoltas de la Princesa de Asturias estuvieran muy alerta por si veían que algún móvil enfocaba directamente a una Leonor que se había vuelto a pasar con la bebida y comenzaba a ir ciertamente perjudicada.

Esta situación acabó propiciando algo que sería inevitable. Pues, tal y como aseguran personas que compartieron la noche con Leonor, la Princesa de Asturias se acabó encarando con una persona que le estaba intentando sacar fotos y perdió las formas de una manera en la que nadie se imaginaba que Leonor podía llegar. Provocando así una situación realmente delicada y en la que la tensión se podía palpar.

Y es que, tras todo lo vivido en Elcano, Leonor ya no sabe lo que es salir tranquila y a disfrutar de la noche. Ahora solamente conoce la ansiedad de estar buscando personas que la intenten fotografiar.