Letizia, corazón de acero, corta todo contacto a pesar de saber que se está muriendo

Por mala que sea la situación, Letizia no hará ni un favor a su suegra

Letizia, corazón de acero, corta todo contacto a pesar de saber que se está muriendo

La reina Letizia vuelve a quedar en el punto de mira. Mientras en la familia Borbón la preocupación es máxima por el estado de salud de Irene de Grecia, ella ha optado por tomar distancia absoluta. Ni llamadas, ni visitas, ni palabras de aliento: Letizia ha decidido cortar cualquier lazo con la hermana de Sofía, aun sabiendo que su final puede estar muy cerca y lo mal que lo está pasando, a nivel psicológico, la propia emérita.

La situación es dramática. Irene, la eterna tía Pecu, lleva meses postrada, atrapada en un Alzheimer que ya le ha robado la memoria, la movilidad y la chispa que siempre la caracterizó. Su hermana Sofía vive este proceso como una auténtica agonía emocional, acompañándola día tras día, tratando de que no se sienta sola en sus últimos momentos de lucidez. Sin embargo, mientras la emérita se desvive por ella, Letizia permanece ausente, sin implicarse en lo más mínimo.

Pecu

Letizia no tiene ninguna implicación con los Borbón

Y es que nunca hubo vínculo entre ambas. Letizia siempre dejó claro que Irene no formaba parte de “su círculo”. Considera que no es su familia, que no le debe nada y que su vida ya está bastante cargada de compromisos como para involucrarse en el dolor de los demás. Esta frialdad ha sorprendido incluso dentro de la propia Casa Real, donde algunos esperaban un gesto de empatía, aunque solo fuera por respeto hacia Sofía.

La reina Sofía, devastada por el deterioro de su hermana, se aferra a lo poco que le queda: el cariño de sus hijos y nietos. Pero la indiferencia de Letizia se siente como un golpe más. Felipe VI, atrapado entre su madre y su esposa, prefiere no tomar partido, guardando silencio ante una distancia que cada día parece más insalvable.

Así pues, en medio de uno de los capítulos más tristes de la familia Borbón, la reina Letizia se mantiene de piedra. Ni siquiera la certeza de que Irene se está apagando ha logrado ablandar su postura. Y ese corazón de acero, que tanto la caracteriza, la aleja todavía más de una familia que vive horas de desconsuelo.