Letizia escondió a Otilia durante 21 años, nacida de un relación anterior
La reina Letizia siempre trató de mantenerla alejada de la Casa Real

Letizia jamás imaginó que un día acabaría sentada en el trono de España, mucho menos que tendría que renunciar a parte de su esencia para encajar en la familia Borbón. Cuando era joven, vivía la vida con intensidad y sin pensar en las consecuencias, especialmente durante aquellos años en México, donde disfrutó de una libertad que jamás volvería a tener y d eun estilo de vida impropio de la monarquía. A los 17 años, Letizia se enamoró perdidamente de su profesor de instituto, un hombre mucho mayor que ella. El romance se convirtió en un escándalo que terminó enfrentándola con sus padres. No entendían que su hija, tan joven, estuviera dispuesta a romper las reglas por amor. Pero así era Letizia y lo acabaron aceptando, aunque nunca entendiendo.
Los Ortiz Rocasolano eran una familia tradicional, pero que nada tenían que ver con los Borbón: no eran religiosos, ni entendían de protocolos, ni soportaban las apariencias. Con la llegada de Letizia a la Casa Real, su mundo cambió para siempre, pero ni Juan Carlos ni Sofía los aceptaron como iguales. Les hicieron sentir plebeyos en cada mirada y en cada gesto, recordándoles que, aunque Letizia fuera Reina, ellos siempre serían “los otros”.
El familiar que Letizia nunca ha querido que salga a la luz
Cabe destacar que Letizia ha defendido siempre a su familia, incluso cuando decidió apartar a los Borbón de su círculo de confianza, nunca renunció a los Ortiz Rocasolano. Tenía un cariño especial por su abuelo Paco y por la familia de su abuela, pero hay un nombre que jamás ha querido que aparezca en los medios: Otilia.
En este sentido, pocos saben que la abuela materna de Letizia tuvo un matrimonio anterior antes de tener a Paloma Rocasolano, y de aquella relación nació Otilia. Una mujer que ha sido totalmente repudiada por la familia, mantenida en la sombra como si no existiera. La madre de Letizia nunca ha tenido relación con su hermanastra, y la Reina ha hecho todo lo posible para que este capítulo familiar quedara enterrado para siempre.
Letizia, atrapada entre dos mundos
De este modo, Letizia ha aprendido a moverse entre la alta sociedad con la misma naturalidad con la que un día disfrutaba caminando por las calles de México, pero sigue arrastrando las sombras de un pasado que jamás ha logrado borrar. Ni los privilegios, ni el poder, ni la corona han conseguido que olvide quién era, ni que deje atrás a una familia que siempre ha protegido, incluso cuando preferiría que ciertos secretos nunca vieran la luz.